Glòria Barrete -CR Numerosos jóvenes esperaban atentos, uniformados y expectantes en la entrada de la catedral del Santo Espíritu de Terrassa este sábado por la mañana. “¿Dónde te ponías tú?”, “¿debemos decir a la gente que vaya entrando?”, preguntaban algunos de ellos. Eran parte del servicio de orden de la Eucaristía celebrativa del vigésimo aniversario de la diócesis que ha congregado a gran parte del obispado de Terrassa y de la Iglesia catalana. El 15 de junio de 2004, hace exactamente veinte años, Juan Pablo II a través de la bula Christifidelium saludamos erigía la diócesis de Terrassa.
El obispo de Terrassa, Salvador Cristau, ha recordado al inicio de la Eucaristía, como fue él mismo quien leyó a los fieles el documento oficial que hacía realidad la nueva diócesis. "Desde el primer momento he estado presente en el nacimiento de esta diócesis, haciendo camino con mi predecesor", el obispo actual de Sevilla, Saiz Meneses, al que sustituyó en el cargo en el 2022.
"Estos veinte años he constatado la acción de Dios en nuestra diócesis", ha remarcado Cristau, "hemos ido conformando una identidad propia en la diócesis", ha reconocido, "caminando siempre para ser una familia de familias".
La Eucaristía, presidida por el nuncio apostólico de la Santa Sede en España, Bernardito Auza, y concelebrada por los obispos catalanes asistentes, ha contado con la presencia de numerosos curas, diáconos, religiosos y religiosas de vida consagrada de la diócesis, así como representantes del Gobierno catalán, del consistorio de Terrassa, y de los cuerpos de seguridad. También han participado representantes de comunidades protestantes con presencia en la ciudad. La única nota fuera de guión de la celebración ha sido la leve lipotimia de un monaguillo situado en el presbiterio que ha subido rápidamente a los servicios médicos.
Auza en su homilía ha repasado algunas cuestiones de la diócesis de Terrassa y cómo son hoy reflejo "de acción apostólica y coherencia pastoral". Auza ha subrayado cómo el viernes tuvo la oportunidad de visitar la Seo de Egara, vestigio hoy de la diócesis primitiva que fue creada a mediados del siglo V y que se sustituyó por los sarracenos a inicios del siglo VIII.
"Esta diócesis de Terrassa es joven, pero en contacto con el Evangelio desde hace muchos siglos, tal y como pude constatar ayer visitando la Seu d'Egara", ha reconocido Auza. Una diócesis joven, ha explicado Auza, que no debe ser sólo "una agrupación de estructuras", sino resultado de recordar "que todo miembro de la Iglesia es y debe ser misionero".
El obispo de Terrassa ha tenido unas palabras finales en la Eucaristía en las que ha asegurado que mirando al futuro el primer objetivo debe ser la evangelización, “que todos seamos misioneros, también con los alejados de la Iglesia y sobre todo con los que sufren y tienen dificultades”. La celebración ha finalizado con la lectura de la carta enviada por el papa Francisco con motivo de la efeméride de la diócesis. Francisco ha pedido al obispado "que nunca falte la mano hacia los más desfavorecidos".
La diócesis de Terrassa, que tiene una extensión de 1.197 kilómetros cuadrados, tiene 53 municipios, organizados en 10 arciprestazgos y 120 parroquias. En estos veinte años de historia, han sido ordenados 47 presbíteros diocesanos, 6 presbíteros religiosos, y 17 diáconos permanentes.
A la celebración de los veinte años del obispado, que ha continuado con un refrigerio en la escuela Vedruna de Terrassa, ha asistido también el cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona; Joan Planellas, arzobispo de Tarragona; Joan Enric Vives, arzobispo de Urgell; Agustí Cortés, obispo de Sant Feliu; Romano Casanovas, obispo de Vic; Fray Octavi Vilà, obispo de Girona; Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona; David Abadías, obispo auxiliar de Barcelona; el director general de Asuntos Religiosos de la Generalidad de Cataluña, Carles Armengol; el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart; la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés; el alcalde de Cerdanyola del Vallés, Carlos Cordón; el alcalde de Matadepera, Guillem Montagut; el intendente de los Mossos d'Esquadra, Marc Caparrós, y el jefe de la Policía Nacional, Antonio López Álvarez, entre otras personalidades.
