El papa Francisco ha escogido a la religiosa de las Misioneras de la Consolata para dirigir el Dicasterio de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica junto con el cardenal Ángel Fernández Artime, nombrado prefecto. Es la primera mujer prefecta, la mayor responsabilidad en la curia vaticana, sólo por debajo del pontífice y aumenta el número de mujeres en lugares importantes en el Vaticano.
Sor Simona Brambilla fue superior general en Italia de las Misioneras de la Consolata, tiene 59 años y fue nombrada por el Papa como secretaría del propio Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica en el 2023. Fue la segunda mujer que ocupaba este cargo en la curia romana tras el nombramiento en 2021 de sor Alessandra Smerilli en Dicasterio al servicio del desarrollo humano integral. Francisco ha escogido como proprefecto del dicasterio a Ángel Fernández Artime, de 65 años, salesiano creado cardenal en el consistorio del 30 de septiembre de 2023.
Sor Simona Brambilla, la primera mujer prefecta del Vaticano, cuenta con la experiencia misionera en Mozambique en su currículo después de obtener el título de enfermería profesional y entrar en el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Consolata, que dirigió desde 2011 hasta 2023.
El 8 de julio de 2019, el Papa nombró por primera vez a siete mujeres miembros del Dicasterio de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, antes de la elección de sor Brambilla primero como secretaria del Dicasterio y hoy como prefecta. Desde el inicio del pontificado de Francisco, la presencia de las mujeres ha aumentado y han asumido responsabilidades que hasta ahora sólo ocupaban hombres. Según los datos globales referidos tanto a la Santa Sede como al Estado de la Ciudad del Vaticano, de 2013 a 2023 el porcentaje de mujeres pasó de casi el 19,2 al 23,4 por ciento. Un camino trazado con la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium de 2022, Francisco ha hecho posible que incluso los laicos, y por tanto también las mujeres, puedan dirigir un dicasterio y convertirse en prefectos, cargo que antes estaba reservado a los cardenales y a los arzobispos.
En el Estado de la Ciudad del Vaticano, el papa Francisco ha nombrado a dos mujeres en los cargos de máxima posición en los diez años de su pontificado: en 2016, Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos, que siempre han estado liderados por laicos. El nombramiento de Sor Raffaella Petrini, secretaria general de la Gobernación, se remonta al año 2022, una función asignada habitualmente a un obispo.
Hay varias subsecretarias como Gabriella Gambino y Linda Ghisoni en el Dicasterio para Laicos, Familia y Vida, mientras que en el Dicasterio de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica es subsecretaría Sor Carmen Ros Nortes de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación. Emilce Cuda es secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina; Nataša Govekar, jefe de la dirección teológico-pastoral del Dicasterio para la Comunicación; Cristiane Murray, directora adjunta de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y Charlotte Kreuter-Kirchof es coordinadora adjunta del Consejo de Economía. La secretaría general del Sínodo también cuenta con una subsecretaria, la religiosa francesa Nathalie Becquart. El pasado 13 de diciembre, el Papa nombró a sor Simona Brambilla y a María Lía Zervino, expresidenta de la Unión Mundial de Organizaciones de Mujeres Católicas (UMofc), como miembros del XVI Consejo Ordinario de la Secretaría General, nombrada en 2022 como miembros del Dicasterio para Obispos.