Glòria Barrete –CR La Compañía de Jesús en Cataluña trabaja desde 2012 con la Fundación Vicki Bernadet para asesorarse en formación y prevención del abuso sexual y de poder en todas sus escuelas. Doce años después, y con voluntad de atender mejor a las víctimas de abuso, la Compañía trabajará también con la Associació Betània para gestionar la reparación y profundizar en las acciones de justicia restaurativa que ya llevan a cabo.
Éste es uno de los siete compromisos que la Compañía ha explicado este jueves por la mañana en rueda de prensa ante los medios de comunicación. Durante la presentación, de más de dos horas, se ha explicado la investigación y análisis elaborado por el bufete de abogados RocaJunyent, en el que aparecen 145 denuncias sobre 29 religiosos y 15 laicos desde 1948. Es por eso que la Compañía toma siete compromisos para reparar a las víctimas pese a que un gran número de casos ya no tienen recorrido penal.
Un proceso de investigación puesto en marcha hace un año y con la voluntad de “esclarecer la situación, ir a fondo en el proceso y no hacerlo solos”, ha reconocido Enric Puiggrós, provincial de los Jesuitas en España. Es por ello que la Compañía ha externalizado todo el proceso a empresas especializadas, incluido el proceso de entrevistas a víctimas y victimarios –persona que ha causado víctimas-, así como la reparación restaurativa de las víctimas que la gestionará la Asociación Betània.
Esta Asociación se suma a la colaboración con la Fundación Vicki Bernadet, que desde 2012 ya asesora en formación y prevención en las escuelas de la Fundación Jesuïtes Educació. "Gracias al trabajo con la Fundación antes de 2010 no se denunciaba ningún abuso hasta pasados muchos años", ha explicado Pau Vidal, delegado de los Jesuitas en Cataluña. "Ahora con los protocolos y las formaciones puestas en marcha el tiempo se acorta y la prevención es mayor", ha reconocido.
Sin embargo, con la Asociación Betània la Compañía revisará el sistema de reparaciones económicas a las víctimas, para agilizar el proceso, para que puedan acceder más personas, y para que se puedan revisar las cantidades de las indemnizaciones, “que actualmente no tienen ningún baremo fijado en el ámbito estatal”.
La investigación presentada hoy también concluye que "jurídicamente no se puede hablar de encubrimiento por parte de la Compañía", ha afirmado Joan Roca, abogado, presidente ejecutivo y socio del bufete RocaJunyent. "Sí que hubo una clara omisión del derecho de ayuda a las víctimas", ha matizado. Por eso, explica Pau Vidal, que la Compañía “se compromete a llevar a cabo procesos internos de asunción de responsabilidades y de reparación a las víctimas”, sean públicos o privados, “lo que las víctimas decidan y necesiten”.
A pesar de la prescripción o muerte del victimario en muchos de los casos, ha reiterado Vidal, "asumimos y asumiremos plenamente la responsabilidad moral de reparar a todas las víctimas". En más de la mitad de los casos surgidos la Compañía ya le está acompañando "de una forma u otra", han explicado.
Un primer paso de reparación pública fue reconocer en voz alta el nombre y apellidos de 14 de estos victimarios, que suman 102 denuncias todos ellos. "La Institución falló, no escuchamos a las víctimas, no estaban los mecanismos de prevención y el silencio imperaba, es inaceptable", ha afirmado contundente Vidal de nuevo. "Me produce como delegado actual vergüenza y un gran trastorno personal".
En la línea de seguir esclareciendo los hechos, la Compañía también hará llegar de forma inminente al Ministerio Fiscal los 6 casos que podrían ser constitutivos de delito y que no estarían prescritos.
Ahora bien, pese a reconocer en reiteradas ocasiones la gravedad de estos hechos, Pau Vidal también ha pedido no estigmatizar a todo un colectivo, a los religiosos y laicos de la Institución. “No podemos cambiar el pasado, pero debemos asumirlo y trabajar por un futuro ejemplar”. Hoy, ha reconocido, "damos un paso más".
Un paso de un largo camino para esclarecer un daño que era fruto, en muchos casos, de una cultura antigua "de abuso de poder, de barreras para romper el silencio, y de un tabú social que impedía hablar cuando tocaba". Así lo ha reconocido también en su exposición Pilar Polo, psicóloga y responsable de relaciones institucionales de la Fundación Vicki Bernadet. "El silencio es control, allí donde hay poder hay más control", ha explicado.
"Hace años la sociedad tenía como tabú hablar de abuso sexual, y más en el ámbito de los menores", ha explicado. "Hay que poner nombre a las cosas, aunque cueste". La Fundación lleva doce años trabajando con la Compañía de Jesús en este ámbito. "Es un ejemplo de buena praxis, doce años generando una cultura donde no exista el silencio".
La presentación de la investigación sobre los casos de abusos sexuales en la Compañía de Jesús ha contado con la presencia de algunas víctimas protagonistas de un documental que esperaban a las puertas del edificio. Han explicado a los medios cómo la Compañía no les había permitido la entrada en la presentación, pensada únicamente para la prensa, así como algunas de las demandas que hacían llegar a la Compañía. Los jesuitas aseguraron que están disponibles para reunirse con estas víctimas.
