Pasar al contenido principal
Catalunya Religió
neus-baena-tesi-doctoral
Fotografia: Neus Baena | CR.

CR La historiadora Neus Baena Gallardo se ha especializado en los curas obreros de Tarragona. Lo ha hecho a partir de su tesis doctoral, defendida el pasado año en la Universidad Rovira Virgili y titulada Hijos de su tiempo. Los curas obreros de Tarragona. Mundo Obrero, Antifranquismo y represión 1951-1977 . El proyecto comenzó en el 2012 con una primera intención de estudiar la evolución de la Iglesia Española durante la transición a la democracia, pero ha acabado convirtiéndose en una aportación original que explica de forma minuciosa el fenómeno de los curas obreros en el Camp de Tarragona durante el régimen franquista.

Los fundamentos de la tesis, como explica Baena, han sido las entrevistas que tuvo la oportunidad de realizar a 65 testigos orales, entre ellos a casi todos los curas obreros de la diócesis de Tarragona que todavía viven, con la excepción de uno que murió atropellado en 1986 cuando se dirigía a trabajar en el polígono de Francolí, Francesc Vinyes. Gracias a su testimonio, la historiadora ha podido conocer de primera mano cómo vivieron los primeros y últimos curas obreros de Tarragona.

¿Cuáles han sido las conclusiones de la tesis?

La primera fue el carácter minoritario de este fenómeno, ya que sólo eran 13. Esta cifra, sin embargo, debe contrarrestarse con la relevancia cualitativa, ya que tuvieron una gran significación de tipo histórico, social, laboral, además de la labor que llevaron a cabo de protección y cobertura a la clandestinidad.

También me di cuenta de que hubo una gran ruptura entre la educación que habían recibido los estudiantes diocesanos y religiosos con su posterior experiencia de vida. Es decir, nada tenía que ver lo que ellos estudiaron con lo que hacían después en sus parroquias, y esta diferencia era aún mayor en el mundo obrero.

Por último, también hemos podido romper un mito, y es que a pesar de que la Iglesia tenía una legislación específica, los miembros de la Iglesia más abierta y cercana al pueblo, como los curas obreros, sufrieron también represión por parte del Estado franquista, aunque hubo distintos grados e intensidades del castigo. Sin embargo, no es fácil llegar a unas conclusiones uniformes con los sacerdotes obreros (diocesanos, franciscanos, jesuitas y un operario diocesano), puesto que hubo procedencias y circunstancias diversas en cada uno de ellos.

Hablando con ellos, ¿has podido entender de dónde surgió su interés por convertirse en curas obreros?

En algunos casos fue porque tenían una conciencia de clase, a otros les vino cuando vieron cómo malvivía la gente, por ejemplo en períodos de vacaciones cuando iban a realizar visitas a las barracas. Otros ya participaban en los movimientos especializados de la Acción Católica, y se dieron cuenta de que había mucho dinamismo dentro de estos movimientos. Sólo tenían un ejemplo que era el de los curas obreros de Francia, donde el fenómeno empezó 20 años antes que en España. Para todos ellos, la misión obrera significaba mucha autenticidad, y veían una gran coherencia con lo que dice el Evangelio y lo que ellos podían hacer, como los franciscanos, que vieron una oportunidad para recuperar las raíces y vivir “pobre entre los pobres”.

¿Se sentían comprendidos dentro de la propia Iglesia?

La Iglesia les toleró, porque les dejó hacer, pero nunca han recibido ningún reconocimiento digno por todo lo que hicieron, porque fueron muy rompedores y revolucionarios en su tiempo. Algunos de ellos explicaban que sus compañeros les veían como los raros, pero no fueron menospreciados, fueron tolerados. Antes de dar el paso, algunos de ellos se reunieron con el cardenal o el obispo, que les daban el permiso para hacerlo, pero nunca han recibido reconocimiento oficial alguno.

La mayoría de los curas obreros, además, renunciaron a la paga estatal por ser sacerdotes, porque era una manera de demostrar que ellos sólo vivirían del sueldo que obtuvieran con el trabajo manual. De hecho, un profesor no podía considerarse un cura obrero, porque era trabajo intelectual. Quienes seguían recibiendo la paga la utilizaban para ayudar a las asociaciones de vecinos de los barrios donde vivían, o por otros tipos de gastos, pero en ningún caso por gastos propios. La mayoría vivieron de lo que ganaban trabajando en las fábricas y en los talleres.

¿Cuál es su situación actualmente?

Cuando empecé a realizar las entrevistas, entre el año 2012 y el 2013, ya estaban casi todos jubilados. Muchos de ellos también es cierto que se han ido secularizando. De hecho, sólo ha habido cuatro que llegaron a la jubilación siendo curas. Agustí Ayats, de Camp Clar, Miquel Sunyol (jesuita) de Bonavista, Victorí Martin, franciscano, y Antonio García Hoya, operario diocesano que vive en Venezuela desde 1979. El resto todos se secularizaron antes de la su jubilación.

También he entrevistado a misioneras seculares, curas comprometidos socialmente, militantes de la Acción Católica que pasaron a partidos políticos y sindicatos… porque en Tarragona había un fenómeno muy claro, y es que se tejieron unas redes de solidaridad, de relaciones humanas, de acción contra el régimen franquista, que hacían que los curas obreros no estuvieran solos.

¿Has encontrado mucha documentación que hable de los curas obreros?

Encontré mucha biografía sobre curas obreros, pero principalmente en el ámbito de otras regiones de España. En Tarragona había un vacío historiográfico muy importante. No había ningún libro que los incluyera a todos, y eso me animó y asustó a partes iguales. Aparte de este vacío, cuando quise escribir un capítulo sobre el Seminario de Tarragona para analizar su formación y entender su evolución hasta desear formar parte del mundo obrero, tampoco encontré escrita ninguna Historia del Seminario de Tarragona en el siglo XX . Todo lo que he encontrado ha sido gracias a las entrevistas. Tampoco existe ningún registro con una lista de todos los curas obreros de Tarragona. Y sobre las secularizaciones, las fichas disponibles en el Archivo Histórico Archidiocesano de Tarragona no se pueden consultar por la ley de la protección de datos. Las entrevistas fueron esenciales por muchos temas que traté.

Eran la primera generación de curas obreros en Tarragona, pero también la última.

Sí, fueron los primeros y últimos. Los dos primeros estuvieron en Reus, que empezaron a trabajar en 1968, y el último fue Agustí Ayats, que es el más joven de todos, nacido en 1951. En Tarragona ya no hubo más. En Barcelona este fenómeno empezó un poco antes que en Tarragona, en los años 60. Aquí los primeros fueron dos curas de Reus, pero enseguida se secularizaron, y siguieron trabajando pero sin ser sacerdotes. En 1972 ya encontramos en varios barrios de poniente de Tarragona.

¿Por qué crees que la mayoría se han secularizado?

Hay una idea preestablecida, que cuando entraron en el mundo terrenal, se enamoraron de una persona, pero eso es una idea muy simplista e injusta. Creo que fueron muchos factores, muchas motivaciones por las que abandonaron la Iglesia. Algunos se encontraban más cómodos en la vida civil que en la vida eclesiástica, y otros tuvieron muchas contradicciones porque estaban en una institución que querían cambiar desde dentro y que no pudieron hacerlo, porque tenían delante un muro inmenso. Una dictadura militar, con represión en las clases obreras.. No se encontraban bien dentro de las estructuras de la Iglesia.. y muchos dudaron entre secularizarse o no, pero no hay una única razón por la que dejaron Iglesia.

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.