"Junto a Balmes y Verdaguer debe constar el nombre de Lluís Romeu"

Víctor Rodríguez -CR El obispado de Vic ha presentado este viernes por la noche en la sala de sínodos del Palacio episcopal de Vic el Año Lluís Romeu. Conmemoración que impulsa el Obispado para conmemorar los 150 años del nacimiento del cura y compositor de Vic. 

Lluís Romeu, de Vic ilustre

Nacido en Vic en 1874, ciudad en la que murió en plena Guerra civil en 1937, fue cura y compositor de una ingente obra musical, tanto religiosa como profana. Desde joven destacó por sus cualidades musicales, siendo ordenado sacerdote en 1898 por el obispo Morgades, y ganando en 1901 las oposiciones de maestro de capilla de la catedral de Vic.

Con la promulgación del “motu proprio” de San Pío X sobre la música litúrgica y en la fiel y enérgica aplicación que el obispo Torras i Bages hizo en Vic, Romeo forja su estilo personal, consolidando su convicción de que el canto gregoriano y el canto popular son la fuente de inspiración y el modelo de todo lo que llegaría a escribir a lo largo de su vida.

Un inicio solemne y reivindicativo

Roman Casanova iniciaba su discurso dejando claro a los asistentes "que no podíamos pasar por alto esta conmemoración, ya que es uno de los muy ilustres hijos de nuestro obispado". Remarcaba también que "durante la Guerra incluso fue respetado y estando enfermo, cuando iban a visitarla, aprovechaba para confesar a pesar del peligro que comportaba".

Con mucho camino a recorrer este año y afianzando la voluntad de que "la liturgia debe cantarse" y que "no deberíamos perder el canto gregoriano, ya que la música está al servicio de la liturgia", Casanova pasaba la palabra a un invitado de lujo venido expresamente de Roma: Valentí Miserachs. Capellán, organista, compositor hijo del obispado y ex director del Pontificio Instituto de Música Sacra de Roma, trazó y remarcó la magna aportación musical que Lluís Romeu hizo en nuestro país y en la iglesia en particular.

Entonando varios ejemplos musicales de la obra que Romeo escribió, supo ejemplificar la importancia del personaje, poniéndose todo el público en el bolsillo. "Junto a Balmes y Verdaguer debe constar el nombre de Lluís Romeu", afirmó Valentí Miserachs para subrayar la importancia del personaje remarcando que "le dedicamos este año con tanta justicia". En su discurso hacía énfasis en la doble tendencia de Lluís Romeu: "en la piedad y en la música, dos vocaciones que se fundirán armónicamente en su figura".

Y es que Lluís Romeu trabajó en busca de las raíces de la propia identidad, siendo un personaje que se enmarca plenamente en la Renaixença y junto a la figura del obispo Torras i Bages, íntimo amigo, protector y colaborador, como remarcaba Miserachs.

Un archivo aún por descubrir

Con más de 300 composiciones, la mitad inéditas, la obra de Lluís Romeu permanece todavía, para redescubrir en el archivo del Orfeó Català, donde está depositada. Composiciones religiosas y profanas, armonizaciones, algún pasodoble y muchas canciones de un profundo espíritu catalán permanecen a la espera de ver la luz. Y es que Romeu, amigo, consejero y admirador de Lluís Millet, tuvo dos grandes corales de referencia, el Orfeó Vigatà y el Orfeó Català, que Millet dirigía.

Valentí Miserachs en su discurso sellaba la importancia de la aportación musical de Romeu: "Salvemos todo lo posible y potenciamos todo lo que conocemos y pongámoslo en buenas manos". Con este espíritu, Josep Maria Riba, vicario episcopal de Vic, desvelaba los próximos actos de esta conmemoración que se alargará hasta el otoño de 2025 y que como él mismo remarcaba "serán también actos de nivel diocesano más allá de la ciudad de Vic".

Participación de la coral Canigó

La coral Canigó fue la encargada de cerrar el acto de apertura interpretando tres piezas de Lluís Romeu. Se trataba de Collint violetes, una canción mariana, de Rosa del folló, una armonización de la famosa canción popular y La niebla, una pieza toda de Lluís Romeu con texto de Jacint Verdaguer y que era la primera vez que se interpretaba.

Próximos actos

"No vamos a desvelar todos los actos, pero sí los más cercanos" sentenciaba Josep Maria Riba. El domingo 30 de junio en la Catedral tendrá lugar una misa donde la Coral Canigó interpretará la Misa del Centenario de Balmes y otras obras de Romeu. Seguidamente, en el claustro de la catedral se realizará una ofrenda floral ante los restos de Romeo con el estreno de unas composiciones de Valentí Miserachs.

En el transcurso de la Fiesta Mayor de Vic, tendrá lugar un homenaje gigante delante de la casa natal de Lluís Romeu, en la Plaza del Pes, donde los gigantes de la ciudad bailarán un pasodoble del que ha hecho la adaptación el joven compositor de Osona Jofre Bardolet.

De la misma forma que de la llanura de Vic la obra de Lluís Romeu se expandió por todo el país, el Año Lluís Romeu tiene este anhelo de llegar a todos los rincones de la diócesis y del país, enalteciendo la figura de ese cura que alcanzó la cima haciendo música para los más humildes.