(Catalunya Cristiana) Casi diecisiete años en el corredor de la muerte. Son los que pasó el estadounidense Billy Moore esperando morir en la silla eléctrica. Su testimonio de fe y reconciliación fue el plato fuerte de una jornada que el 30 de noviembre pasado movilizó miles de ciudades en todo el mundo en favor de la vida y en contra de la pena de muerte. La Comunidad de Sant'Egidio lo invitó a Barcelona porque explicara su experiencia. Justo después de ser condenado a muerte por un crimen que admitió, Moore decidió que se suicidaría. No podía soportar el miedo y la culpabilidad. En la soledad de su celda, sin embargo, oyó la voz de Dios: «Me dijo: si te sientes culpable por haber matado a una persona, ¿por qué quieres matar otra?" Comenzó entonces un largo y profundo camino de conversión al cristianismo que culminó cuando la familia de la víctima le perdonó e impulsó su indulto.
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