Comentario al evangelio del domingo 25 durante el año. B
Todos los evangelios sinópticos contienen cada uno de ellos tres anuncios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Esto es un indicativo de que la teología de la cruz llega a tener por ellos una importancia de primer orden. En el evangelio de este domingo leemos el segundo anuncio que se encuentra al evangelio de Marcos (Mv 9,30-37 ).
Es coherente pensar que Jesús podía prever su muerte. De hecho, Marcos ya ha informado que después de una curación en sábado fariseos y herodianos habían tomado la decisión de perderlo (3,6). La muerte trágica de Juan Bautista (6,14-29) tenía que impactar con fuerza en el proyecto de Jesús. Él predicó el Reino de Dios y la oposición a su mensaje le llevó a pensar que la implantación del Reino pasaba por la realidad trágica de su muerte.
“Será puesto a manos de los hombres”. El verbo griego que traduce “será puesto” es “paradidotai” una forma del verbo “paradidomai” que se suele traducir para entregar. Hay un pasaje del Antiguo Testamento que resulta ilustrativo en cuanto al significado de este verbo. El texto habla de David que perdona la vida de Saül”. Concretamente dice: “Pondré tu enemigo en tus manos y podrás hacer con el lo que quieras”. La versión de los LXX usa el verbo “paradidomai” que traducimos para poner en las manos. Jesús será puesto en manos de los hombres para que con él hagan lo que quieran.
El verbo “paradidotai” está en tiempo presente y en pasivo. El presente puede hacer pensar en la inminencia de la muerte de Jesús que se producirá en Jerusalén. A la pregunta de quién es que entrega Jesús a la muerte se puede pensar en Judas o en las autoridades religiosas de Israel que entregarán Jesús a los romanos. Pero la forma pasiva lleva a pensar en el pasivo divino y, en este caso, sería el Padre que entrega Jesús a la muerte (Rm 4,25; 8,32). Esto pone de relieve que el hecho de ser entregado Jesús a la muerte está de acuerdo con los designios salvíficos de Dios, que no depende de la voluntad de los ejecutores históricos de la entrega, sino que responde a algo que va más allá: el proyecto por parte de Dios de intervenir en la historia humana.
Hay una diferencia notable entre el primer y segundo anuncio de la pasión en cuanto a los actores de los maltratos y la muerte de Jesús. En el primero son los ancianos, grandes sacerdotes y escribas, en el segundo son los hombres. Qué explicación puede tener este cambio? Podría ser que Marcos considerara ancianos, grandes sacerdotes y escribas simplemente como humanos. Hay que descartar que “hombres” sea equivalente de los paganos, entonces sería una clara referencia a la implicación de los romanos en la muerte de Jesús; en el tercer anuncio de la pasión (10,33) Marcos se refiere a los paganos con un término específico “ethnesin”.
Se puede ver también un juego de palabras entre “Hijo del Hombre” y “hombres”. Marcos juega con esta contraposición. “Hijo del Hombre” aplicado a Jesús quiere decir que este es el hombre por excelencia, es el ser humano acabado, completo, realizado en su totalidad; por el contrario “hombres” querría decir aquí la condición más rastrera del ser humano, aquello que el ser humano tiene de despreciable, indigno, perverso, capaz de hacer el mal de todas las formas posibles.
Estos hombres que llevan a Jesús a la muerte no podrían ser el colectivo que en el juicio ante Pilatos piden a este que crucifiquen a Jesús? (Mc 15,13-15). Ellos son el pueblo de Israel que queda implicado en la muerte de su Mesías.
Jesús no anuncia solo su muerte sino que anuncia también su resurrección. Los comentaristas hacen más hincapié en la muerte que en la resurrección a pesar de que muerte y resurrección tienen un equilibrio teológico. Un detalle importante: “Después de tres días”. Evidentemente no se debe entender en un sentido cronológico ni histórico. Detrás de esta expresión hay el texto de Osees (6,2) que dice que existe un plan de Dios para salvar al Justo o a Israel. Cómo hemos dicho antes también la entrega de Jesús en la muerte se inscribe en unos designios divinos más allá de cualquier intervención humana. En los planes de Dios la muerte de Jesús no tiene la última palabra porque está prevista la resurrección.
Domingo 25 durante el año. 22 de Septiembre de 2024
