Domingo de Ramos. Ciclo A
Barcelona, 13 de abril de 2014
Sólo una sencilla observación.
Después de lo que acabamos de escuchar es evidente que la Iglesia se ha equivocado.
¿Por qué se ha equivocado?
Porque se ha alejado de sus orígenes: Jesús subió a un borrico.
Y ¿qué hacen hoy sus representantes en la tierra?
Suben en carrozas, altares, tronos y aparatosos y carísimos medios de transporte.
Quede bien claro que esto:
– no es secundario
– no es accidental.
Nuestras estúpidas vanidades han barrido, han anulado la sencillez y la humildad a la que Jesús dio tanta importancia.
Y, ¿por qué le dio tanta importancia?
Para decirnos, claramente
– quien era Él
– y qué es lo que pretendía.
Servidor, no amo.
Transparente, no liante y aprovechado.