Claretians Miembros de la familia claretiana de toda Cataluña se han reunido este sábado 5 de octubre para celebrar juntos los 175 años de la fundación de la congregación. La jornada ha tenido lugar en el Templo de San Antonio María Claret de Vic, casa madre de la congregación. Ha empezado con una oración inicial que ha concluido con una invitación a realizar una visita contemplativa al Museo Claret y una oración ante la celda de la fundación. Durante este espacio de recogimiento, se ha reflexionado sobre la profunda influencia del Padre Claret en sus vidas.
El director del Centro de Espiritualidad Claretiana, Juan Carlos Martos, ha ofrecido una conferencia donde ha repasado los inicios y la historia de la fundación, poniendo el enfoque en cómo San Antonio María Claret vio clara su vocación de impulsar una nueva entidad misionera en la iglesia. Martos ha recordado cómo en 1849 el padre Claret fundó la congregación en una celda del seminario de Vic con cinco sacerdotes. “Claret tuvo conciencia de responder a una emergencia como es la necesidad de despertar la fe dormida de la gente y formarla. Sabía que las obras no podían quedar aisladas y trabajó en colaboración con otros. Asimismo, aplicó estrategias para sostener el fruto de las misiones”.
Asimismo, Martos ha explicado que "en una época en la que los religiosos eran expulsados, la congregación fue clave para mantener viva la evangelización en Cataluña y España". Por último, sobre Claret ha asegurado que “un solo hombre logró abarcar diferentes campos de apostolado y despertar un movimiento amplio y múltiple en la Península y más allá de las fronteras. Es una llama que sigue encendida pese a los intentos por apagarla. Ésta es una gracia singular que Dios nos dispensa con su misericordia. Debemos ser valientes y seguir extendiendo la obra claretiana allá donde nos encontramos. Damos gracias a Dios por esta labor apostólica y claretiana”. Por su parte, el prefecto de formación y espiritualidad de la provincia de San Pablo, Máximo Muñoz ha animado a "seguir haciendo vivo este carisma" y ha recordado que "la misión claretiana no es sólo de los religiosos, sino que todos estamos llamados a ser discípulos-misioneros”.
"En una época en la que los religiosos eran expulsados, la congregación claretiana fue clave para mantener viva la evangelización en Cataluña y España"
Posteriormente, y antes de la celebración de la eucaristía en memoria de los 175 años de la congregación, se han podido presentar dos de los proyectos solidarios y evangelizadores en los que trabaja la ONG Enlace Solidarios impulsada por los Claretianos. Se trata de la iniciativa de apadrinamientos en la misión de Guajarà-Mirim (Brasil) y el proyecto de la Escuela San Antonio María Claret de Nyabwina en Uganda para educar a niños y adolescentes provenientes de familias que se dedican a la agricultura de subsistencia . Las Misioneras de la Institución Claretiana han informado sobre los campos de trabajo realizados un año más en Paraguay. "La vida de un claretiano sin dedicarla a los demás no tendría sentido", han recordado sobre ambos proyectos.
Acto seguido se celebró la eucaristía presidida por el padre provincial de San Pablo, Juan Martín Askaiturrieta, y concelebrada por un buen grupo de claretianos. Durante la celebración todos los claretianos presentes han renovado su profesión religiosa, para dar testimonio de que lo que empezó hace 175 años está bien vivo.
"La característica más importante de san Antonio María Claret fue siempre su vocación misionera y el espíritu de evangelización"
En la homilía, Askaiturrieta ha recordado que "la característica más importante de san Antonio María Claret fue siempre su vocación misionera y el espíritu de evangelización, que en su época no era nada fácil". En este sentido, ha animado a seguir su ejemplo, “a ver en el mundo de hoy no sólo dificultades sino oportunidades. Nuestra vocación misionera recae en ver oportunidades allá donde nos encontramos, con los enfermos, con los más pobres, y con los que no conocen a Cristo”, ha recordado.
Finalmente, los claretianos que se han reunido en la celebración han podido disfrutar de una comida de hermandad, que ha servido para poner punto y final a los actos de conmemoración del 175 aniversario de la congregación claretiana.