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Catalunya Religió
bisbe Joan Carrera

Glòria Barrete -CR El 3 de octubre cumplirá quince años que murió el obispo Joan Carrera, y este próximo sábado, 30 de septiembre, muchos de los que le conocieron y mantienen su legado activo se reúnen ante su tumba, en el cementerio de Montjuïc, para rezar y recordarlo. "Cada cinco años le damos a la oración un cariz más significativo", afirma Jordi Breu, uno de los impulsores del Memorial obispo Joan Carrera. No es un acto multitudinario, porque ir hasta allá arriba implica una gran logística de coches, pero creen que es un acto de recuerdo que debe mantenerse. "Entre nosotros se ha hablado informalmente de la posibilidad de trasladar sus restos a un lugar más cercano a la gente, con fácil acceso, pero es una cuestión todavía por hablar".

Una de las tareas más activas del Memorial es la digitalización de todo el archivo personal del obispo Carrera. En el blog del Memorial y por correo electrónico a menudo hacen llegar a todo aquél que lo quiere algunos escritos ya digitalizados y comentarios sobre su vida. Una tarea, de digitalización, compleja y enorme, "su archivo de escritos es casi infinito".

La esencia del obispo Joan, sus escritos

Breu señala que hay un montón de carpetas, aparte de los archivos del ordenador del obispo Joan, con escritos de cuando él era joven, de notas que tomaba a mano antes de una homilía, o escritos que hacía cuando iba a hacer confirmaciones. "Nos encontramos con una riqueza que no era esperada". Esto quieren digitalizarlo porque muchas son notas tomadas a mano, y les ha parecido muy importante. "Allí está la esencia de él, de lo que iba pensando y viviendo".

Aparte de digitalizar los textos, también aprovechan para hacer un estudio de lo que decía y hacía. "Catalogar todo esto lleva mucho tiempo, pero vamos haciendo". La intención del obispo Juan era asearlo él mismo una vez jubilado, pero no llegó a tiempo. "Descubres con los textos otra faceta del obispo Joan; todo el mundo le recuerda y conoce muy amable, y aquí ves una faceta más de pensamiento, interioridad y reflexión".

Con motivo de los quince años de su muerte, a finales de año saldrá a la luz una Miscelánea sobre el obispo Joan, con textos de personas diferentes y de ámbitos diferentes, que harán un recorrido a través de su persona, a través de su propia vivencia, dejando a un lado su biografía que ya estaba hecha anteriormente. "Habrá, por ejemplo, un escrito de su prima, uno de Bernabé Dalmau, del padre Canals, cartuja que estudió con él, pero también de periodistas, y trabajadores que colaboraron con él en Badalona y Hospitalet". Personas que de alguna forma han sido tocados por ellos, así como personas del mundo de la comunicación y de la cultura del país.

El obispo Joan tenía unas grandes dotes de comunicador. "Era una persona que comunicaba mucho, y tanto era capaz en una tarde de hablar con niños de primera comunión como después acudir a una reunión con políticos y empresarios", reconoce Breu. El escribir también era muy importante para él. Tenía una sección en Catalunya Cristiana, pero aparte de estos artículos, también se han encontrado escritos que él iba haciendo, como poesías de cuando era joven. "Tenía una afición muy grande por escribir, una pluma muy fina, y sabía escribir muy bien y llegar a las personas".

Llegaba a todo el mundo, "sobre todo, a gente que quizás costaba de entrada un poco". Él no tenía ningún problema en acercarse. Se movió mucho en ambientes obreros y ambientes difíciles, en años complicados como en los años sesenta, y haciendo cosas que todavía hoy se acuerdan en Badalona, ​​por ejemplo.

Y es desde esa estima que nació el Memorial Obispo Carrera. "Nace de una manera muy simple, cerca de los cinco años de su muerte, cuando algunos oímos que teníamos que hacer algo para recordar al obispo Joan". Quienes lo iniciaron eran tres, todos habían sido monaguillos suyos y de algún modo había marcado su vida. "Le conocimos en los años más intensos que guían la vida y la vocación de la gente".

Con otra gente se han ido reencontrando en torno a la estima del obispo Joan y es cuando notaron que había que dar a conocer todo lo que había hecho el obispo Carrera. "Tomó decisiones muy complicadas, como por ejemplo dimitir de un cargo dentro del obispado por conciencia, algo que nunca ningún obispo había hecho".

El cariño de la gente hacia él era real y recíproco. En el último escrito de él que hizo Jordi Breu en el blog hace pocas semanas explica una de las anécdotas que lo ejemplifican mejor. "Cuando venía a San Isidro, por ejemplo, le molestaba mucho que la misma gente que le había tratado de párroco le diera un beso al anillo de obispo. A él eso le superaba mucho, y a veces incluso le perdía porque no sabía dónde le había dejado. Ahora hace gracia, pero él era así". Había mucha gente a la que le costaba llamarle obispo Joan y sólo le salía llamarle el padre Juan. "Era evidente, él se sentía obispo, pero sobre todo párroco, cura cercano a la gente".

¿Dónde encontraríamos hoy al obispo Carrera?

Siempre que llamaban al obispo Joan para hablar a donde estuviera. Tanto iba a Catalunya Ràdio, por ejemplo, como iba a la COPE. "Él creía que siempre debía dialogarse con todo el mundo. Este espíritu de diálogo suyo quizás necesitaríamos hoy más. Siempre decía que siempre debía hablarse en cualquier circunstancia, era primordial, y eso hacía que alguna gente no lo entendiera".

En los años setenta generó una caja de solidaridad por los obreros encarcelados por hacer huelga, por ayudar a sus familias. "Ahora parece algo nuevo las cajas de solidaridad, pero el obispo Carrera ya lo hacía esto". Su voz en la Iglesia era siempre desgarradora, y solía ver los temas actuales desde el punto de vista del Evangelio. "Echamos de menos su voz en ciertos temas. Se nos fue muy temprano, y eso lo hemos dicho muchas personas".

Breu reconoce que cuando estabas a su lado no tenías más remedio que aprender de él, "todo él era una lección de vida". Esto en jóvenes entonces, que tenían 15 o 17 años, marcó la vida y la vocación. "Intentas leer los momentos que viviste con él, importantes e interesantes. A mí me hizo maestro, me abrió la vocación de maestro. Nos ha ido forjando tenerlo al lado y sí, le echamos de menos".

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