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Catalunya Religió
Joan Rigol
Foto: Sagrada Família

Glòria Barrete -CR El expresidente del Parlament Joan Rigol i Roig ha muerto a los 81 años este martes. Formado en Teología y Filosofía, aparte de la trayectoria política, Rigol destacó siempre por su vínculo y compromiso en el mundo eclesial y social. Su funeral está previsto para el jueves 9 a las 11h en el Tanatorio de Les Corts. Rigol expresó su voluntad de no contar con capilla ardiente pública en el Parlamento de Cataluña. 

Doctor en Filosofía y Teología, y máster en ESADE, ha sido miembro de diversas entidades socioculturales del país, como la Fundación Joan Maragall, el IQS, presidente del ESADE Forum, o presidente de la comisión ejecutiva del Patronato de la Montaña de Montserrat. En 2004 también inició su mandato como presidente delegado del Patronato de la Sagrada Familia, cargo que ostentó durante siete años, hasta 2011.

Rigol, nacido en Torrelles de Llobregat en 1943, destacó también en su vertiente política. Presidió Unió Democràtica de Catalunya durante 13 años (1987-2000). Fue diputado del Parlamento de Cataluña durante dos legislaturas (1988-1995), y presidió la cámara catalana entre 1999 y 2003. Fue también consejero de Trabajo del primer mandato de Jordi Pujol, entre 1980 y 1984. También fue consejero de Cultura de 1984 a 1985, donde propuso un Pacto Cultural.

Su implicación en múltiples fundaciones

En 1965 Joan Rigol estudiaba quinto de Teología en el Seminario de Barcelona. Allí coincidió con Antoni Matabosch, quien fue profesor suyo “de sacramento de penitencia y matrimonio”. Matabosch recuerda a Rigol como “un buen alumno”. En 1967 Rigol se ordena cura, a pesar de que después se secularizó y casó.

Con Matabosch reanudarán la relación cuando, tras su paso por la política, Rigol forme parte del Patronato de la Fundación Joan Maragall durante más de ocho años. “Me pareció una persona de gran valor de diálogo, él aportaba todo un bagaje de conocimiento del mundo social, político y del mundo religioso que iba muy bien”.

Es también, una vez termina el trabajo del Parlamento, cuando Rigol amplía los estudios de Teología y Filosofía, realizando el doctorado en Teología y el doctorado en Filosofía.  

También coincide en la Fundación Joan Maragall con el anterior presidente de la Fundación, David Jou. Para Jou, el pensamiento intelectual de Joan Rigol consta de tres elementos centrales: el personalismo cristiano de Mounier; la encíclica Pacem in Terris sobre los derechos y deberes humanos de Juan XXIII, y la encíclica Populorum Progressio de Pablo VI que aplica a las comunidades nacionales y pueblos los ideales del cristianismo desde su vertiente social.

“Esto tiene una gran influencia en la forma en que él concibe la política, la cultura y la participación de la religión en la vida pública”, explica Jou. En cuanto a la política, Jou reconoce que Rigol le entiende “como servicio al individuo, no al individuo al servicio de unos ideales abstractos, pero sí al servicio de un bien común concreto que le enriquece a él y a los demás”.

Desde el punto de vista de la cultura, afirma, Rigol era defensor de una cultura "que plantea problemas humanos, profundos". Y en lo que se refiere a la religión en la vida pública, “él lo abordaba desde una laicidad positiva, teniendo en cuenta los elementos positivos de las religiones en la cohesión social y de diálogo con los demás”.

Presidente delegado de la Sagrada Familia durante siete años

Y este diálogo con otras y estas diversas facetas de la vida de Joan Rigol posibilitaron, entre otros hitos, una exposición sobre Gaudí en el Vaticano, conjuntamente entre la Sagrada Familia y la Fundación Joan Maragall, o la venida del papa Benedicto XV I en la Sagrada Familia.

Lo recuerda bien el cardenal emérito de Barcelona, ​​Lluís Martínez Sistach, al frente de la diócesis en ese momento. Rigol era entonces presidente delegado de la Sagrada Familia, por encargo de Sistach. “Él hizo un gran trabajo en la Sagrada Familia porque era una persona muy preparada espiritualmente”.

Hombre polifacético, Sistach reconoce que "no es fácil definir a Joan Rigol en pocas palabras como hombre de fe". Hombre "de fe y coherencia", explica el cardenal emérito, "que ha hecho un gran servicio a la Iglesia y al país gracias a sus convicciones, sobre todo las religiosas".

Identificado con el Concilio Vaticano II

Para Carles Duarte, presidente de la Institución Cultural del CIC y presidente de la Fundación Catalunya Religió, Joan Rigol era un hombre "de sabiduría profunda, de espíritu conciliador, de vocación constructiva y fe indefallente".

Duarte también reconoce a Rigol como “hombre clave en el proyecto educativo del CIC”, en el que fue director de la Escuela de Bachilleratos en una etapa fundamental. Su legado pedagógico, afirma Duarte, "es fecundo y será duradero". También destaca Rigol por la consolidación y el fortalecimiento de la Fundación Jordi Savall-Centro Internacional de Música Antigua, "aportó orientación, criterio, reflexión serena y ambición consistente", explica Duarte.

Una implicación a muchos niveles en Cataluña que le hicieron merecedor en el año 2019 de la Creu de Sant Jordi. "Joan Rigol actuó con generosidad y capacidad de diálogo, con pasión por Cataluña y la cultura, identificado con un cristianismo de raíces luminosas e identificado con el Concilio Vaticano II", reconoce Duarte.

"Hombre de fe profunda, profundamente del Vaticano II, profundamente cristiano", afirma Antoni Matabosch. "Él ha mantenido siempre al Espíritu, y al Espíritu sacerdotal, incluso", explica Lluís Martínez Sistach.

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