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Por Josep Gallifa .

El pasado mes de noviembre el gobierno del estado aprobó el nuevo régimen de equivalencias de los estudios y titulaciones de Ciencias Eclesiásticas de nivel universitario respecto a los títulos oficiales españoles, dando cumplimiento al acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede y adaptándolos así al Espacio Europeo de Educación Superior, expresando también las nuevas denominaciones de los títulos de las Facultades de Teología y de las Facultades Eclesiásticas de Filosofía. Los efectos civiles (oficialidad) de los títulos de Teología en España no son muy antiguos (1995) y para la Teología protestante el reconocimiento oficial se dió este mismo 2011.

La situación del tardío reconocimiento por parte del Estado Español de la Teología como título oficial es un elemento más entre los que habíamos expuesto en otra entrada de este blog sobre relaciones Iglesia-Estado en Europa.

Esta situación en España contrasta con la situación en otros países Europeos. En este sentido recuerdo una pequeña anécdota que viví poco después del reconocimiento oficial de los títulos de Teología por parte del estado. Fuimos a Frankfurt con un organismo de las universidades barcelonesas y el ayuntamiento de Barcelona denominado BCU (Barcelona University Center). El objetivo era presentar las universidades de Barcelona en un acto organizado por la Cámara de Comercio. Unos días antes habíamos realizado un acto parecido en Londres. En la mesa redonda tres ponentes nos repartimos la explicación del potencial universitario de la ciudad Barcelona. En el momento de las preguntas una persona del público nos preguntó precisamente por los estudios de Teología, cuál era la situación en España, y si estaban integrados en la universidad. Los otros dos miembros de la mesa redonda, el Dr. Jaume Pagès (entonces rector de la UPC) y el Dr. Rolf Tarrach (Vicerrector de la UB), se miraron sorprendidos por la pregunta y me miraron a mí como diciendo: "contesta tú". Recuerdo que pude explicar que el estado español no reconocía la Teología como un área de conocimiento (el ministerio de turno nos devolvía entonces todos los planes de estudio que traíamos a homologar cuando había la denominación Teología o Religión), con todo, sin embargo, se estaba avanzando y hacía unos años se había producido el reconocimiento de los efectos civiles del título de Licenciado en Teología. También recuerdo que me referí a la situación de las facultades de Teología, que en España estaban al margen de la universidad y con poca relación. La descripción era sorprendente por ambas partes: El público de Alemania, donde las universidades tienen Facultad de Teología, no entendía el porqué de la situación y los representantes de la universidad pública española o catalana no entendían el porqué de la pregunta.

Pero efectivamente en el ideal Humboldiano de universidad centrada en la investigación, la Teología proporciona a la investigación en las diversas ciencias la coherencia de una cosmovisión unitaria. Así el diálogo Ciencia-Teología se convierte en un ámbito habitual de debate muy enriquecedor para la universidad. Estoy hablando de universidades públicas, ¿eh?

Fui testigo de este debate Ciencia-Teología en el contexto de la cultura universitaria europea en otra ocasión. Fue en la reunión anual de ESSSAT (European Society for the Study of Science and Theology), asociación que organizaba las Conferencias Anuales sobre Ciencia y Teología. En esta reunión participamos un grupo de Barcelona formado por el Dr. Oriol Tuñí, entonces Decano de la Facultad de Teología, el Dr. Garcia-Doncel, y Dr. Bertran Rusca, ambos miembros activos de ESSSAT, el Dr. Florensa que representaba el IQS, y yo entonces que representaba la Universidad Ramon Llull. Participé ya que fuimos a ofrecer nuestra universidad para celebrar la próxima Conferencia y la reunión de la Asociación, que se produjo finalmente en el 2004 en la Facultad de Teología de Cataluña y en el IQS de la Universidad Ramon Llull.

Me sorprendió y me agradó esa naturalidad tan común en buena parte de Europa en la relación en los claustros universitarios entre teólogos y científicos. Porque no? Me impresionó muy favorablemente el nivel académico de las conferencias, tratando en profundidad temas como la relación fe-razón, darwinismo-creacionismo y otros temas teológicos y científicos de gran profundidad. Me pareció también que estos debates los deberíamos tener en nuestras universidades. No tenerlos y arrinconar la Teología tiene efectos colaterales: La ciencia con frecuencia acaba ocupando el lugar de una cosmovisión y eso lleva implícitamente a asumir posturas bastante materialistas y pragmáticas, lo que naturalmente tiene un efecto en las cosmovisiones y creencias con las que salen muchos de los estudiantes de las universidades. La presencia de la Teología en la universidad contribuye a preservar mejor la unidad en la diversidad y la formación integral. Ya no se sustenta el mito de que la universidad debe participar sólo en la especialización científica, menos en nuestra época caracterizada por las facilidades de acceso al conocimiento. Ojalá se pudieran abrir más foros de debate Teología-Ciencia en las universidades.

Deseo a todos los lectores del blog una Feliz Navidad!

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