(Tarraconense) Con el propósito de promover espacios eclesiales de comunión y compromiso, cinco católicos laicos convocaron un acto sobre "Iglesia: pertenencia y corresponsabilidad". Entre ellos, Josep M. Carbonell, presidente de la Fundación Joan Maragall y decano de la Facultad de Comunicación Blanquerna, Josep M. Cullell, economista y decano del Colegio de Auditores del Vaticano; Jordi López Camps, ex director general de Asuntos Religiosos, Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians y miembro del Consejo Pontificio para los Laicos, y Francesc Torralba, catedrático de filosofía de la Universidad Ramon Llull y consultor del Consejo Pontificio de la Cultura
El acto, que se celebró en el salón de actos del Colegio de Abogados de Barcelona, fue presentado por Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia, diario en el que los convocantes han ido exponiendo, en artículos firmados conjuntamente, su pensamiento sobre el papel y la acción que los laicos cristianos deben llevar a cabo en la Iglesia y en nuestra sociedad.
Los convocantes, de procedencias y ámbitos diversos, subrayaron que es más lo que los une que lo que les separa y que quieren dar un testimonio conjunto y público de su fe cristiana. Y manifestaron que la Iglesia hoy debería tener cinco líneas prioritarias de actuación: la fidelidad al Concilio Vaticano II (1962-1965), el evento que transformó con profundidad la Iglesia; la acentuación de su universalidad, procurando deseuropeizar y abriéndose mejor a otras culturas; su necesaria desmundanización, para lograr una mejor credibilidad, la búsqueda de un mejor equilibrio entre la unidad y la diversidad , la centralidad y la colegialidad, y el esfuerzo continuado de mediación cultural y de acción social a favor de los marginados, promoviendo la lucha por la justicia y la cultura del amor, del reconocimiento del otro.
En el acto, que se celebró la tarde del 13 de mayo, se hizo presente un numeroso público y asistieron el arzobispo-obispo de Urgell, Mons.. Joan-Enric Vives, el obispo de Girona, Mons. Francisco Pardo y mons. Carles Soler, obispo emérito de Girona.