VÍCTOR RODRÍGUEZ –CR Sábado 12 de octubre. El comedor del Santuario de Puiggraciós queda pequeño para acoger el encuentro de lo que será la futura asociación de amigos de Puiggraciós. Se sienta gente de los pueblos de alrededor y venidos de más lejos así como las dos monjas de la comunidad benedictina que cuidan pastoralmente el Santuario desde hace cinco años: Roser Caminal y Maria Teresa Botey. Las acompaña la Abadesa del Monasterio de San Pedro de las Puelles, Esperanza Atarés, que discretamente acompaña al grupo. El encuentro, en el que participan una treintena de personas muchas de las cuales no se conocen entre sí, sirve para deliberar los objetivos y los estatutos de esta nueva asociación que pronto verá legalizada su situación ante la Generalitat.
Y es que la nueva entidad nace con el objetivo de velar por la vida religiosa, social y cultural del Santuario haciendo de paraguas y cobijo de la labor de comunidad que las benedictinas realizan desde 1973, cuando respondieron con su presencia a la llamada que los curas de la zona les pidieron.
Actualmente, la entidad ha empezado a andar con una junta gestora que encabeza el arquitecto del Maresme, Joan Lluís Zamora. Le acompaña la vecina y médica Cristina Iniesta como secretaria, junto con el asesor financiero del Figaró, Xavier Vila, como tesorero. Y es que sólo viendo a los tres integrantes de la junta gestora, ya se capta el alcance y la diversidad que reina y que supone Puiggraciós para tantísima gente.
La entidad, que ya cuenta con más de 70 socios protectores que han manifestado su voluntad de formar parte de ella, bien activamente o mediante una cuota anual, tiene el objetivo de ayudar a mantener vivo el calor del Santuario, apoya en la Comunidad benedictina en todo lo que puedan necesitar las monjas y velar por el sostenimiento de este patrimonio que reúne Puiggraciós. La futura asociación es un ejemplo del compromiso de los laicos con el Santuario y su Comunidad.
En unas semanas está previsto que se haga la presentación pública de la Asociación una vez superados los primeros trámites administrativos. La entidad es la suma de complicidades de cristianos y amigos del Santuario y su Comunidad, unidos más allá de los límites parroquiales y espoleados por los frutos más visibles de la celebración de los 50 años de presencia de la Comunidad benedictina en Puiggraciós.
La nueva asociación es una entidad civil que complementará y apuntalará la presencia de las monjas benedictinas en esta atalaya espiritual del Vallès.
