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Catalunya Religió
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CR Este domingo el diario ABC publica una larga entrevista con el papa Francisco. Entre otros temas plantea largamente el conflicto político entre Cataluña y España. La demanda del papa es una: “Buscad la manera de resolverlo”.

Ante la pregunta sobre el papel de la Iglesia en el tema político de Cataluña, el Papa lo enmarca en un contexto en el que “España no es el único caso en el mundo. Cada país debe buscar su camino histórico para resolver estos problemas. No existe ninguna solución única”. Y añade varios ejemplos de problemas nacionales europeos (Macedonia, el Alto Adigio, Escocia...) en el que se han buscado soluciones como “estatutos preferenciales como modo para resolver estos problemas” o “divisiones, y surgió un país nuevo”.

SI LA IGLESIA NO ESTÁ ENCARNADA NO VA BIEN, DEBE ACOMPAÑAR AL PUEBLO

Cuando se le plantea que en Cataluña ya existe una autonomía y que hay mucha gente contra la secesión, como siempre ha hecho Francisco no entra en el debate de la situación concreta. Lo que reitera es que "este no es un problema original" y explica que no sabe si "ahora es el momento de la solución definitiva para Cataluña" y que "muchas veces en otros países lo han resuelto total o parcialmente" y "quizás se tardan años o décadas”.

Sobre el papel de la iglesia en la situación catalana responde que “la Iglesia debe estar encarnada. Si no está encarnada no va bien, debe acompañar al pueblo”. Pero pide que la Iglesia no aterrice en las concreciones de ninguna parte: “la Iglesia no puede hacer propaganda por un lado o por otro, sino acompañar al pueblo para que encuentre una solución definitiva”. También reitera que "la identidad sacerdotal se despista un poquito cuando se va a la política".

En otro momento de la entrevista, el papa también da un apoyo explícito al cardenal Juan José Omella, cuando habla de la visita que recibió hace unos días de los seminaristas de Barcelona: “La Iglesia en España está adelante. Hay problemas, como en todas partes, y se tuvo que pedir a algún obispo que se marchara, pero eso ocurre en todos los países. El señor presidente del episcopado merece todo el respeto, es un señor”.

Como todas las entrevistas con el papa Francisco, deja un grupo de titulares. Ante las críticas que recibe como demasiado progresista, asegura que “el problema no es la tradición. La tradición son nuestras raíces y te hacen crecer en vertical. El problema es mirar hacia atrás”.

También anuncia que nombrará a una mujer prefecto de un dicasterio “que quedará vacante dentro de dos años”. Y que al inicio de su pontificado ya entregó al secretario de Estado una renuncia firmada "en caso de impedimento por razones médicas".

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