(Escolapios) Nos encontramos con el grupo GRELDO (Grupo de Investigación sobre el Estrés Laboral de los Docentes) del Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña, ganadores del XXIII Premio Joan Profitós. El GRELDO está formado, en este trabajo, por las siguientes personas: Juan Riart, coordinador; Montserrat Alguacil, directora del Grado de Educación Primaria de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación y del Deporte, Blanquerna, Universidad Ramon Llull; Núria Arís, vice Decana de la Facultad de Educación, Universidad Internacional de Cataluña y Carles Virgili, profesor de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación y del Deporte, Blanquerna, Universidad Ramon Llull. El título del trabajo ganador, por unanimidad del Jurado, es: "El estrés en el mundo educativo: mitos y realidades. Registros-tests y propuestas de recursos para afrontarlo".
¿Qué queremos decir cuando decimos que tenemos estrés?
Juan Riart: Esta es una pregunta muy interesante. Efectivamente en el mundo educativo se utiliza con demasiada frecuencia la palabra estrés. Siempre decimos que estamos estresados. Pero, al mismo tiempo, ningún docente que lo afirma lo cree realmente, en el fondo no se siente afectado directamente por esto que se llama estrés. Como buen docente (tanto es que sea maestro de Educación Infantil como de la Post Obligatoria) no puede admitir que realmente esté estresado. Si tiene alguna sintomatología atribuible directamente al estrés, él, el docente, antes lo atribuye a otros posibles factores, por ejemplo, al yeso si tiene afonías frecuentes, a alguna comida concreta si tiene problemas gástricos, a predisposición orgánica si con frecuencia sufre bajas por la misma razón, etc., y no al elevado nivel de demandas del contexto o estrès. Reconocer que uno mismo no es capaz de afrontar bien el exceso de demandas del entorno (eso es el estrés) se hace muy difícil por parte de la persona, el docente que, por definición, ayuda a los demás a controlarse y superarse.
Interesante la respuesta también. ¿Creeis que los profesionales del mundo educativo sufren más estrés que otros profesionales?
Montserrat Alguacil de Nicolás: Hay suficientes datos que evidencian que la profesión docente es una de las actividades profesionalizadoras que están sujetas a mayor nivel de estrés, pero, a la vez, hablar de estrés, en el ámbito educativo, muchas veces supone recurrir a una especie de creencia general que, muchas veces, de forma consciente o inconsciente, se utiliza para explicar o justificar algunas situaciones que no satisfacen, pero que en realidad tienen muy poco que ver con factores relacionados con el estrés. Precisamente delimitar el concepto de estrés en el contexto educativo es uno de los objetivos de nuestro trabajo.
Y ¿por qué es un colectivo más estresado que los demás?
Entre las causas de que entre los profesionales de la educación haya un elevado riesgo de sufrir tensión y estrés (distrés o estrés excesivo y malo) podemos señalar: la imagen social del maestro, los cambios sociales que han tenido su reflejo en el mundo educativo, como la crisis de autoridad, la globalización, la crisis de valores o la falta de referentes. Igualmente, factores más centrados en el mundo educativo (cambios legislativos, recortes, escasas posibilidades de promoción, excesiva burocratización, utilización política de la educación) también tienen una gran incidencia en el estrés. Por otro lado, hay una serie de factores intrínsecos que pueden desencadenar el estrés.
Realmente ¿podemos hablar de clases o tipos de estrés?
Cuando se habla de estrés se debe distinguir entre estrés y estrés malo y excesivo. El primero hace referencia a ese estado de ánimo y alerta que hace que podamos trabajar y sacar adelante proyectos. Mientras que el distrés sucede cuando el nivel de estrés es excesivo e impide la realización normal de las actividades de la vida cotidiana. Es evidente que otros profesionales también sufren estrés. Lo que hace singular el caso de los profesores es que, por las características de las tareas que desarrollan, necesitan tener al máximo todas sus capacidades.
¿Y creéis que ahora se da más estrés que antes?
Las causas señaladas anteriormente hacen que el estrés sea ahora mayor que en épocas pasadas: La responsabilidad que recae sobre los maestros (más allá del traspaso de conocimientos), los cambios constantes en el sistema educativo, la culpabilización social parcial sobre la figura del maestro respecto al fracaso escolar (antes eran los alumnos los que no aprendían y ahora son los profesores los que no enseñan).
Esta particularidad ¿es propia de aquí, es decir, son similares los niveles de estrés de los docentes catalanes a los de otros países?
Los niveles de estrés de los profesores catalanes son similares a los de otros países, esto es lógico si tenemos en cuenta que algunos de los factores desencadenantes del estrés son compartidos (crisis de valores, cambio de rol de los maestros...). Sin embargo, no podemos olvidar que en países como Finlandia los niveles de estrés entre los docentes son menores ya que el reconocimiento social es más elevado que en nuestro país.
¿Cuáles serían los síntomas que demuestran este estrés?
Carlos Virgili Tejedor: Los síntomas del estrés, desde el punto de vista médico, se agrupan en tres tipologías. El estrés agudo, el agudo episódico y el crónico.
· El estrés agudo. Es la forma habitual del estrés malo. Se describe con estos puntos: 1) insatisfacción emocional, 2) manifestaciones de ira, irritabilidad y ansiedad, 3) problemas de tensión musculoesqueléticas (dolor de cabeza, de espalda, tortícolis...), 4) problemas del tracto digestivo (estreñimiento, diarreas, colon irritable...), 5) hiper-activación temporal (taquicardias, palpitaciones, mareos ...).
· El estrés agudo episódico. Es la misma situación anterior pero reincidente y frecuente.
· El estrés crónico. Es el estrés anterior sin ritmo ni oscilación. Agota lenta y profundamente a la persona. A largo plazo provoca deterioros importantes tanto físicos como psíquicos. En determinados casos pueden aparecer intentos de suicidio. También puede haber comportamientos violentos.
Ahora bien, en nuestro cuestionario que recoge las aportaciones de la OCU, (Asociación de Consumidores), de SEAS (Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés) y anteriores propuestas del GRELDO, distribuimos las sintomatologías en los siguientes cinco bloques:
Psicológicos emocionales (como falta de atención, miedos, irritabilidad...)
Psicológicos cognitivos (como dificultades para tomar decisiones, olvidos...)
Comportamentales (como excesos en comer, fumar, llorar...)
Núria Arís Redó: Entendemos que el afrontamiento del estrés debe dar respuestata a la multi-dimensionalidad que configura la realidad docente. Por eso hay que contemplar tres niveles, el individual, los aspectos relacionales y la propia organización del centro. Algunas estrategias a destacar:
Determinados aspectos de la realidad cotidiana de los docentes hacen que experimenten fuertes presiones y contradicciones, que pueden generar una experiencia agotadora y/o estresante. Los principales riesgos se evidencian en el cansancio emocional, la despersonalización y la baja realización personal. Los maestros no podemos hacer el trabajo solos pero, sobre todo, no podemos hacerlo si estamos angustiados o estresados. Las instituciones, la administración y los propios docentes deben ser conscientes de la importancia de la prevención de la salud profesional. Es necesario un esfuerzo para incrementar las intervenciones que ayuden a los docentes a afrontar con eficacia las tensiones del día a día.
Juan Riart: Este trabajo debe enmarcarse en las actividades del GRELDO (Grupo de Investigación de Estresores Laborales Docentes) del Colegio de Psicólogos. Ya casi hace una década que trabajamos sobre el tema del estrés en el ámbito educativo. Hemos organizado, hasta ahora, tres Jornadas sobre este tema. Todas se han editado en sus respectivos libros por parte del ISEP (Instituto Superior de Estudios Psicológicos).
· Presentación de los recursos protectores del estrés, los que cada persona puede desarrollar (desde la educación nutricional hasta la gestión de las relaciones: asertividad, empatía...) con propuestas paliativas a nivel individual y social. Contiene una multitud práctica de pequeños programas de mejora personal.