'Cervezas y certezas' es el nombre que reciben los encuentros de los jóvenes de la comunidad Cristiana de San Pedro Claver del Clot para hablar de temas que les preocupan. Cada dos meses, aproximadamente, este espacio se abre para compartir experiencias, inquietudes y momentos vitales a través de un testimonio de vida que habla de un tema concreto. “Todo esto, lo hacemos en torno a un clima de proximidad para que los jóvenes se sientan cómodos a poder expresarse”, explica Lourdes Joseph una de las dinamizadoras y acompañante espiritual de este grupo.
La idea surgió de un curso apostólico en Loyola con miembros de entidades Jesuitas de toda España. "En este curso hicimos un taller que explicaban esta iniciativa que se hace bastante por el sur de España, y nos pareció una gran propuesta", relata Joseph. A partir de ahí, Joseph junto con Elisenda y Belén, las tres acompañantes espirituales; decidieron unir a todos los jóvenes de la comunidad del Clot y llevar a cabo la propuesta. "Al inicio había algo de incertidumbre, pero ahora tiene mucho éxito y los jóvenes se están sintiendo muy a gusto", apunta el acompañante espiritual del grupo. Una de las claves del éxito de estos encuentros es la ruptura de la rutina, en medio de su día a día.
"El momento donde los jóvenes exteriorizan y verbalizan sus sentimientos, es en torno a una mesa en un bar y muchas veces con una cerveza, y por eso recibe este nombre", expresa el acompañante del grupo. Desde la Comunidad del Clot creen que una buena forma de poder plasmar el evangelio en el día a día de los jóvenes es haciendo este estilo de encuentros: “Lo hemos llevado hacia la comunidad, porque creemos que los jóvenes necesitan estos espacios para que los remueva algo y puedan expresarse libremente”.
“Ante el impacto de la vida, los testigos explican cómo han llevado su situación en el ámbito espiritual”
El grupo está formado aproximadamente por unos 25 jóvenes de la comunidad del Clot. La mayoría son monitores de los dos esplais de la comunidad, que cursan estudios superiores. También hay que decir que ha participado gente que no es de la comunidad, que gracias al boca-oreja han querido participar. "Todos los jóvenes tienen la puerta abierta para poder encontrar un espacio de comodidad", concreta Joseph.
Uno de los temas con mayor peso de estos encuentros son la presencia de los testigos de vida. “Ante el impacto de la vida, los testigos explican cómo han llevado su situación en el ámbito espiritual”, detalla Joseph. Las temáticas han sido muy variadas, desde el suicidio, el arte, hasta las adicciones y accidentes que cambian vidas. Todos los testimonios tienen un punto común en el que hablan de cómo su espiritualidad y la fe les ha ayudado a seguir avanzando en su día a día.
Un espacio donde relacionar el evangelio con su día a día
El Evangelio está presente en estos encuentros, en los testimonios y en las palabras de las acompañantes. Durante la última sesión, celebrada el viernes 27 de septiembre, invitaron al actor Roger Pera para hablar de adicciones: "Roger compartió que gracias a Dios pudo superar uno de los momentos más complicados de su adicción". A partir de estas reflexiones, según Lourdes Joseph, los jóvenes se sienten cómodos para relacionar el evangelio en su día a día. “Actualmente, nos hemos encontrado con que los jóvenes se ven lejos del evangelio, pero si les haces una buena lectura y lo llevas a la realidad les llama la atención”, destaca Joseph.
Y es que cada vez más jóvenes están interesados en participar en estas sesiones: "Los jóvenes nos piden más encuentros, les sirve para pensar en su día a día". Las sesiones no duran más de una hora y media para que el joven pueda estar dentro de todo el rato: “Actualmente, es imposible estar atento más de dos horas en una misma cosa, por eso somos muy estrictos con los tempos del encuentro”. Empiezan con una introducción sobre el tema donde se relaciona con el evangelio, después se escucha la experiencia de fe del testimonio, se deja un espacio corto para compartir y finalmente se cierra la sesión con una canción o texto con relación a la temática. "Muchas veces los jóvenes se llevan la reflexión para casa, y al inicio de la siguiente sesión comentamos las inquietudes que les habían surgido", expresa Joseph.
Desde la Comunidad del Clot tienen clara la importancia de estas sesiones: "Tenemos muchas ganas de seguir con esta tarea, los jóvenes están contentos y vemos cómo lo aprovechan". A través de diferentes testimonios, muchos jóvenes se han sentido reflejados y, como dice Lourdes, “también quieren dar un paso adelante en su vida”. "Espacios como estos ayudan a actualizar la mirada de la iglesia, y eso es necesario", añade Joseph.