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Comentario al evangelio de la festividad del Cuerpo y la Sangre del Señor. (Corpus) B

En el evangelio de la Festividad del Cuerpo y la Sangre del Señor (Corpus) leemos el relato de la cena de Jesús con sus discípulos antes de su muerte (Mc 14,12-16; 22-26). Tal como lo presenta el texto litúrgico el relato omite los versículos donde Jesús reprocha a los doce que uno de ellos lo traicionará. Así el texto presenta dos partes muy diferenciadas: los preparativos por la cena y la donación de Jesús en el pan y el vino.

Los comentaristas del evangelio de Marcos han discutido mucho si la última cena de Jesús fue una cena Pasqual y el día en que esta se celebró. Qué realidad histórica hay detrás esta cena? Sea cual sea, hay que atendernos en el texto tal como lo ha dejado Marcos y que Jesús pasa de la vieja Pasqual nacional (celebrada con el cordero sacrificado en el templo) a una nueva pascua ( celebrada con pan y vino) que mira hacia la experiencia de su muerte.

Lo que los discípulos quieren es una cena pascual con todas las de la ley ( nunca mejor dicho). Ellos están pensando en el reino davídico donde el Mesías reinará sobre todo el mundo con gran poder y en el que ellos tienen que ocupar los lugares de más poder. En la cena se diseñarán las estrategias del asalto final. Pero Jesús no puede estar de acuerdo con una cena donde se comía un cordero sacrificado al templo que él acababa de denunciar diciendo que se había convertido en una pandilla de bandidos.

Que el planteamiento de Jesús diverge del de los discípulos se ve con la introducción por parte de Marcos de un personaje simbólico: el hombre que lleva una jarra de agua. No era nada normal en aquella época que un hombre llevara una jarra de agua; podría ser un disminuido psíquico o un hombre de sexualidad ambigua (se decía que los homosexuales podían hacer tareas de mujer como esta). El caso es que este personaje se convertirá en el guía que tiene que llevar hacia la cena trascendental que celebrará Jesús con los doce antes de su muerte.

La segunda parte de la lectura está centrada en la donación del pan y del vino, del cuerpo y la sangre de Jesús a los discípulos. “Jesús tomó el pan, dijo la bendición, lo partió y se lo dió. Y dijo: Tomad: esto es mi cuerpo”. Cómo se puede ver se prescinde de los elementos típicos de una cena de pascua: cordero, hierbas amargas y los ácimos. La comida está centrada simplemente en el pan y el vino.

Jesús les quiere hacer ver que el cuerpo que les ha invitado a tomar no es simplemente su cuerpo mortal que ellos están apunto de entregar a las autoridades religiosas sino que el pan/cuerpo que les ha dado está impregnado de sentido por los tres verbos que inciden en el pan/cuerpo que Jesús los da: bendecir, partir/ compartir y dar.

La bendición no consiste al trazar una cruz como lo entendemos nosotros hoy. Bendecimos muchas cosas con el deseo de protegerlas de influencias malignas. Bendecir a Dios quiere decir hablar bien de Dios; es sobre todo una alabanza que ayuda la persona a abrirse al proyecto de Dios. El pan partido es símbolo del cuerpo troceado anticipando así la muerte de Jesús; una vez partido el cuerpo se puede repartir y compartir y este pan/cuerpo se entrega libremente a ellos. El pan, pues, es Jesús mismo en cuánto sujeto que loa, comparte la vida con ellos y se entrega antes de que ellos lo hagan materialmente. También hoy la Eucaristía tiene que ser una experiencia de la presencia activa de Jesús que nos invita a alabar Dios, a compartir con los hermanos y darnos gratuitamente al servicio de la comunidad humana.

«Habiendo tomado una copa, después de dar gracias, se la dio y bebieron todos...» Dice «tomó una copa». Es cómo si hiciera un brindis. Marcos precisa que «dio gracias»: Jesús acaba de hacer un gesto importante, acaba de entregarse a sí mismo a los suyos, y ahora da gracias de ello. Marcos dice que «dio gracias», un verbo griego, “eucharisteo”, que ha dado nombre a nuestra eucaristía. A continuación dice que «les dió» la copa para que la fueran pasando entre ellos e hicieran la misma experiencia. Finalmente añade que «bebieron todos», o sea que, antes de decirles qué sentido tenía su gesto, quiere que beban todos y cada uno y hagan la experiencia de la alegría que hace desbordar el vino en el seno de la fiesta. Después de haberse librado él personalmente, Jesús desborda de alegría interior y quiere que los Doce la compartan.

Festividad del Cuerpo y la Sangre del Señor. 2 de Junio de 2024

 

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