Multiplicación y eucaristía

Comentario al evangelio del domingo 17 durante el año. B

El relato de la multiplicación de los panes aparece 6 veces en los cuatro evangelios. Marcos (6,30-44; 8,1-9) y Mateo ( 14,13-21; 15,32-39) lo versionan dos veces y Lucas (9,10-17) y Juan (6,1-13) tienen cada cual su propio relato. Seguramente una muy antigua tradición es la fuente de todos ellos y cada evangelista ha trabajado esta tradición en su manera. Este domingo leemos el relato de Juan (6,1-15) que actúa como introducción o como prólogo del sermón del pan de vida que ocupa buena parte del capítulo sexto.

Los evangelios sinópticos narran una cena de Jesús con los discípulos antes de su muerte, en él Jesús da gracias, parte el pan y lo da a sus discípulos. La cena acontece antes de la Pascua. En Joan, durante la cena de despedida de Jesús con los discípulos, no hay acción de gracias ni partición del pan. Este gesto lo traslada al relato de la multiplicación de los panes donde Jesús sí da gracias y parte el pan. La multiplicación en Juan acontece poco antes de la Pascua. El relato, pues, tiene unas características pascuales y eucarísticas.

En el relato aparecen Felipe y Andrés, dos discípulos que aparecen en el primer capítulo del evangelio (1,44; 1,40). Por qué estos y no otros?. Seguramente Felipe y Andrés son los dirigentes de unas comunidades que han recibido con entusiasmo el evangelio de Juan y estas hacen que sus líderes aparezcan cómo personajes en el evangelio.

A la pregunta de Jesús, Felipe responde con criterios mundanos para resolver el problema y propone una solución económica; la suma de doscientos denarios es una cantidad enorme de dinero pero insuficiente para resolver la necesidad planteada.

La intervención de Andrés lleva a darse cuenta de la presencia de un chico que lleva cinco panes de cebada y dos pescados. Hay que ver la relación con el relato de 2Re 4,42-44 donde un hombre lleva veinte panes de cebada. Eliseo le dice que dé a la gente y que coma; el hombre responde: cómo quieres que reparta esto entre cientos de personas?. Eliseo dice: da a la gente y que coman. La gente come y todavía sobró.

Las intervenciones de Felipe y Andrés tienen la finalidad de mostrar la incomprensión de los discípulos que no captan el proyecto de Jesús: dar de comer es más que alimentar físicamente, dar de comer es dar instrucción, dar vida. A la vez tienen la finalidad de enaltecer la grandeza del milagro a base de remarcar la dificultad que supone dar de comer a tanta gente con una insuficiencia tan grande de recursos.

En la medida que el relato de la multiplicación de los panes se fue esparciendo por las comunidades cristianas, las relaciones entre la comida de los panes y la eucaristía se fue fortaleciendo. Los paralelismos son evidentes: Tomó el pan, dijo la acción de gracias y los repartió (v.11) las mismas palabras que en Mt 26,26; Mc 14,22; Lc 22,19 aparecen en los relatos de la última cena. El relato de la multiplicación se enriqueció con elementos de las liturgias eucarísticas tan familiares en las comunidades. En el arte de las catacumbas del s. II se usaba la escena de la multiplicación para simbolizar la eucaristía. Justo es decir que la palabra pescado (ichthys) se convirtió en un acróstico para designar a Jesús. Las letras de la palabra son las iniciales de Jesús Cristo Hijo de Dios Salvador.

La reacción de la gente es ver a Jesús como un profeta, pero no como uno de tantos como hubo en la historia de Israel sino como “el” profeta definitivo que tenía que venir al mundo en los últimos tiempos. Según las esperanzas populares, en tiempos de la dominación romana, el profeta que tenía que venir tenía que ser el liberador del pueblo que establecería una época de prosperidad. Algunos revolucionarios de los siglos I e II como Teudas o el Egipcio pretendían ser el profeta esperado.

Ver en Jesús el profeta está todavía lejos de las afirmaciones de fe nucleares que aparecen en el evangelio de Juan: “Tú eres el Mesías el hijo de Dios que tenía que venir al mundo (11,27; 20,31). Evidentemente Jesús rechaza el rol de liberador político y en consecuencia esquiva las pretensiones de la gente de hacerlo rey. La realeza de Jesús, opuesta a la realeza del césar de Roma, será solemnemente (19,19) proclamada cuando Jesús muera a la cruz.

Domingo 17 durante el año. 28 de Julio de 2024