Comentario al evangelio del domingo 26 durante el año. B
Dos temas presenta el texto del evangelio de Marcos (Mc 9,38-43.45.48-48) que leemos este domingo: la actuación en nombre de Jesús más allá de las fronteras del grupo o de la comunidad y el peligro de escandalizar a los más pequeños.
El primer tema que se presenta es de una gran actualidad porque plantea el valor que tiene el actuar en nombre de Jesús fuera de los límites visibles de la Iglesia. Qué pasa cuando la acción liberadora de Jesús acontece fuera del grupo institucionalmente formado y muy definidas sus condiciones de pertenencia? Qué pasa cuando uno que no es discípulo actúa en nombre de Jesús?.
El caso que te texto evangélico plantea es el de un exorcista que sin ser miembro del grupo de Jesús se vale de su nombre para expulsar demonios. La existencia de exorcistas judíos y no judíos, seguramente ambulantes, sería un fenómeno frecuente en el siglo I, la época en que se escribe el evangelio de Marcos. Solo hay que tener presente el caso de Pablo cuando está en Éfeso y se encuentra con unos exorcistas que conjuraban los espíritus malignos invocando el nombre de aquel Jesús que Pablo predicaba (Ac 19,13) ). Los discípulos interpretan el hecho como una invasión de competencias, pero no recuerdan que no hace mucho, después de la transfiguración, en el episodio de la curación de un chico poseído de un espíritu maligno (9,14-29) ellos no han sido capaces de sacar del chico el espíritu sordo y mudo y sí que lo ha conseguido el que por los doce es un desventurado.
La reacción más primaria de los doce es la descalificación, la de marcar territorio, la de preservar privilegios, la de no poner en peligro su poder. Sorprendentemente para ellos la respuesta de Jesús no es la que esperaban: “No se lo impidáis”. Quiere decir que no lo paren, no lo frenen, no le pongan impedimentos y palos en las ruedas. Jesús hace caer en la cuenta de la contradicción que representaría actuar en nombre de Jesús y después a continuación hablar mal de él. Es posible la acción liberadora de la persona humana en consonancia con el proyecto liberador de Jesús aunque este se haga al margen de la institución. Cuántos voluntarios que no van a misa ni están confirmados llevan a cabo una tarea liberadora en colectivos de personas gravemente desfavorecidas por los poderes opresores de la sociedad?. La gente que libera quiere liberar y no los preocupa si pertenecen a un grupo u otro, lo importante para ellos es liberar en sintonía con el proyecto de Jesús.
Los discípulos han argumentado el impedimento con el hecho de que el exorcista no pertenece al grupo de los doce. Cuando no hay argumentos lo único que se puede esgrimir es la pertenencia al grupo. Jesús contrarresta el argumento de los discípulos con su argumento: “Quien no está contra nosotros está con nosotros”. Con todo, la expresión indica que de alguna manera u otra habrá que tomar partido en favor o en contra de Jesús.
Dar un vaso de agua fresca tenía su mérito en un tiempo en que no había neveras ni cubitos. El gesto es bien típico de la hospitalidad oriental que es acogedora, que comparte, que se hace servidora y que pone en evidencia la actitud excluyente de los discípulos.
Quién quiera salvar la vida la perderá. Marcos juega con dos conceptos de vida: la vida biológica y la vida verdadera, también dicha la vida eterna. La vida biológica se caracteriza por el hecho de dar valor a la salud, al bienestar, a la riqueza, al prestigio social. La otra vida es la fundamentada en los valores del Reino de Dios que pone la mirada en la dignidad de la persona, su felicidad, su crecimiento interior. Si el grano de trigo no muere.... Es necesario que muera una para que crezca la otra.
Perder la vida no es un acto masoquista de autodestrucción sino que es la entrega generosa de la persona que se desvive (nunca mejor dicho) por el servicio a los otros y lo hace con la mirada puesta Jesús como referente que, tal como el Sirviente del Señor, perdió la vida para que muchos por él vivieran.
Domingo 26 durante el año. 29 de Septiembre de 2024.