Comentario a la primera lectura del domingo 30 durante el año. B
Un oráculo del profeta Jeremías dirigido al reino de Israel, el reino del norte lo leemos en la primera lectura de este domingo (Jr 31,7-9).
Jeremías nació hacia el 650aC en el seno de una familia sacerdotal a Anatot, un pueblo que dista una hora de Jerusalén. El año trece del reinado de Josías, rey de Judá (Jr 1,2), esto seria por los vuelos del 626aC cuando tendría aproximadamente 20 años, fue llamado por Dios al ministerio de profeta. Jeremías vivió unos tiempos políticamente complicados. El imperio asirio que había sido el causante de la invasión del reino del norte entró en declive y el dominio babilónico empezó a hacerse sentir acabando con dos deportaciones.
La vida de Jeremías se puede repartir en cuatro etapas: la primera se produce entre el 627aC y el 609aC bajo el reinado de Josías; la segunda bajo el reinado del rey Joaquim (609aC – 598aC); la tercera bajo Sedequías (597aC – 587aC) y la cuarta bajo el dominio babilónico. En cuanto al texto que comentamos la primera etapa es la que nos importa.
Aprovechando la decadencia del imperio asirio, el rey Josías emprendió una reforma religiosa y política que empezó lo 632aC y acabó lo 622aC con el descubrimiento del libro de la Ley coincidente en gran parte con nuestro Deuteronomio. El intento de Josías era unificar todo el territorio de Israel uniendo los reinos del norte y del sur. Algunos comentaristas sostienen que Jeremías se opuso a esta reforma, pero son más los que defienden que el profeta la vió con buenos ojos. La lucha contra la idolatría y el sincretismo era el cumplimiento de sus deseos más profundos de tal manera que es posible que no tan solo la viera bien sino que colaboró en su implantación.
El oráculo que leemos hoy va dirigido, como hemos dicho antes, al reino del norte y hay que situarlo en la primera etapa de la vida del profeta. Puede ser bueno recordar la problemática religiosa y humana de los destinatarios del oráculo. El reino del norte fue siempre adicto a los cultos cananeos. Esto implicaba el abandono de Dios de Israel. Desde el punto de vista humano la situación estaba marcada por un profundo desaliento. Se mantenía muy vivo el recuerdo de los deportados del año 720aC; ciudades despobladas, economía precaria y carencia de coherencia política. En el oráculo que leemos predomina una gran sensibilidad humana, una gran dosis de esperanza y un mensaje de salvación porque volverán los exiliados en unas condiciones inmejorables.
El oráculo describe una marcha triunfal por el desierto y esto es motivo de alegría para los repatriados porque el Señor ha llevado la salvación en su pueblo. Son frecuentes en la Escritura las invitaciones a alabar con alegría las gestas liberadoras del Señor (Is 12,6; 40,9-10; 44,23; Sl 47,2; 68,33-36; 95,1-2; 96,1-2; 98,1).
El resto de Israel es lo que ha quedado después de los destrozos cometidos por los asirios, pero también aquella comunidad que se ha mantenido fiel al Señor.
“Llevados del país del norte, reunidos desde el extremo de la tierra” se refiere a Asiria donde fueron llevados cautivos los habitantes del reino del norte.
En la caravana habrá ciegos y cojos, embarazadas y parturientas. Son gente débil pero su presencia pone énfasis al poder del Señor y a la grandeza de su bondad. La presencia de ciegos y cojos contrasta con el pasaje de la Escritura que dice que ciegos y cojos no entrarán al templo del Señor (2 Su 5,8). Aquí no son excluidos sino totalmente integrados en el pueblo liberado.
“Vendrán llorando”, una tristeza que se convierte en alegría cuando se experimentan las condiciones del retorno. Clara sintonía con el salmo 126.
Las condiciones físicas del primer éxodo fueran muy duras. Allá brotó agua de la roca ( Ex 17,1-7; Nm 20,1-13) para apaciguar momentáneamente la sed, aquí ríos abundantes acompañan todo el camino que es llano y sin trabas. Todo ello quiere expresar la preocupación generosa de Dios que es calificada de paternal. La paternidad de Dios define la relación de Dios con Israel como una relación de intimidad, de protección y de confianza.
Domingo 30 durante el año. 27 de Octubre de 2024