Pasar al contenido principal

Comentario a la primera lectura del domingo 22 durante el año. B

Después de enumerar gestas importantes acontecidas en el desierto una vez Israel abandonó el Sinaí junto con algunos detalles de la llegada a la tierra prometida donde se muestra el favor del Señor hacia su pueblo de Israel, siguen, en el libro del Deuteronomio, unos discursos de Moisés que sirven de introducción al gran bloque legislativo que constituye el grosor del libro del Deuteronomio. Moisés aparece exhortando al cumplimiento de la ley divina y recordando la situación privilegiada de los israelitas al ser escogidos por Dios de entre todos los pueblos, pudiendo solo ellos acceder a la divinidad en un grado de intimidad desconocido entre los gentiles. El tono de las palabras de Moisés es más de un predicador que de un legislador con un estilo propio de los profetas y de los libros sapienciales. En la primera lectura de este domingo leemos unos versículos que corresponden al primero de los discursos ( Dt 4,1-2.6-8)

El texto empieza diciendo: “Escucha Israel los decretos y prescripciones que yo os enseño a cumplir”. El imperativo Escucha tiene mucha fuerza. Es un verbo teológicamente muy significativo. Lo encontraremos más adelante en el capítulo 6,4-9 que recoge la plegaria de cada día que ya desde tiempo antiguo los judíos recitan como profesión de su fe y que empieza diciendo: “Escuela Israel”.

Escuchar es equivalente a fidelidad. Escuchar es una actitud positiva y creativa con la cual el israelita responde a la palabra que le llega del Señor y agradece los beneficios que Dios realiza en favor suyo. Al profeta Isaías, Dios le advierte de que es enviado a un pueblo que no está dispuesto a escuchar y, en consecuencia, a convertirse: “ve a decir a este pueblo: Escucharéis pero no entenderéis... Haz insensible el corazón de este pueblo, haz sordas sus orejas .... que sus orejas no sientan y que su corazón no comprenda. Que no se conviertan ni sean curados” (Is 6,9-10). También Dios le dice al profeta Ezequiel: “El pueblo de Israel no te querrá escuchar porque no me quiere escuchar a mí: todos son gente de frente dura y de corazón empedernido” (Ez 2,7). El salmo 95 expresa el deseo que el pueblo escuche la voz de Dios: “Ojalá que hoy sintierais mi voz” y no se rebele contra Dios endureciendo el corazón como en los días de Meribà y Massà (Sl 95, 7-8).

Es importante el texto que nos ocupa por la relación que establece entre la sabiduría y la ley, la Torà. La sabiduría propia de la filosofía griega entra en la cultura judía gracias a la influencia del helenismo. Qué es, pues, lo que permite la identificación entre ley y sabiduría?. Según la filosofía estoica el “Logos” o espíritu cósmico es también “Nomos” o ley. Se puede establecer una analogía entre el concepto judío de sabiduría y el “logos“ estoico; entre la noción judía de la ley establecida por Dios en la creación y la ley estoica de la naturaleza. La concepción estoica de la ley como principio cósmico permite pensar la ley judía en términos cósmicos universales contribuyendo de este modo a identificar la Torà con la Sabiduría.

Israel era un pueblo pequeño e insignificante en comparación con los pueblos que lo rodeaban, pueblos potentes militarmente, de riqueza material muy superior y más desarrollados culturalmente. Potencia militar, riqueza y cultura eran lo que hacían poderoso un pueblo y en esto Israel estaba en inferioridad de condiciones respecto de otras pueblos.

La grandeza de Israel, dice el texto, rae en su ley. Con su Ley Israel tiene que ganarse el respecto de las otras naciones. Estas al ver que  Israel es un pueblo sabio desistirán de intentar conquistarlo y lo tratarán con respeto. A la vez el respeto hacia Israel se traducirá en respeto hacia el Señor, Dios de Israel.

Los israelitas veían como las naciones invocaban sus dioses. Estas naciones adoraban ídolos obra de sus propias manos o bien el sol, la luna o las estrellas creación del Dios de Israel. Para ellos los dioses eran misteriosos o caprichosos e incluso maliciosos. Estas naciones no disfrutaban del tipo de relación personal con los dioses que los israelitas disfrutaban con el Señor. Moisés recuerda que los israelitas tienen el privilegio no solo de adorar el verdadero Dios, sino de tener acceso a Él, acudiendo a su presencia en cualquier momento. El Señor se había hecho inmanente, disponible, personal y presente

Domingo 22 durante el año . 1 de Septiembre de 2024

 

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.