En el discurso de Pedro a Cornelio hay una referencia al bautismo de Jesús, lo qual explica que haya sido escogido un fragmento de dicho discurso, narrado en Hch 10,34-38, como segunda lectura de la festividad del bautismo del Señor.
Es importante tener en cuenta que el discurso tiene lugar después de la visión que Pedro tiene sobre lo puro y lo impuro (Hch 10, 9-16), acontecida poco antes que Pedro llegara a casa de Cornelio. En ella la voz de Jesús le da a entender que "no tenga por impuro lo que Dios ha hecho puro". Toda la creación, por el hecho de haber salido de Dios, es obra pura. El discurso quedará cortado por la súbita irrupción del Espíritu Santo. De los cuatro discursos de Pedro, recogidos en el libro de los Hechos, es la primera vez que Pedro se dirige a un pagano, hasta ahora los oyentes habían sido los judíos y residentes en Jerusalén (2,14) o bien Israel (3,12) o los dirigentes del pueblo y notables (4,8). El cambio, pues, en cuanto al auditorio es significativo.
La visión sobre lo puro y lo impuro ha hecho su trabajo . Pedro comienza el discurso mostrando que ha adquirido un concepto de Dios muy abierto, un Dios, que acepta a todos, a condición de ser temeroso de Dios y practicar la justicia. Ha entendido finalmente, después de un largo camino y costosas dificultades, que la distinción entre judíos y gentiles, basada en el tabú religioso de lo puro y lo impuro es un total segregacionismo de ninguna manera querido por Dios. La oración y la limosna, como también ocurre en libro de Tobit (12,8) han dado sus resultados .
Lucas resalta las disposiciones de Cornelio símbolo de la apertura de la comunidad pagana al mensaje de Jesús. Ya lo había apuntado en la primera parte de su obra, el Evangelio (7,1-10), con la curación del criado del centurión. Lucas presenta Cornelio como un hombre justo, que cree en un único Dios, apreciado por judíos, seguramente por sus limosnas, ordena ir a buscar a Pedro, hace oración y tiene disponibilidad para escuchar delante de Dios. Usando el símil de la telefonía móvil, donde, para que hablen dos y escucharse, debe haber cobertura, también para que penetre el mensaje de Jesús y la acción del Espíritu es necesaria la cobertura, es decir, una sincera disponibilidad a fin de que Jesús y el Espíritu tengan algo que hacer .
El versículo 36 une la predicación del Antiguo Testamento, fundamentalmente la predicación de los profetas, con la predicación de Jesús. Pero, así como la predicación de los profetas iba dirigida al pueblo de Israel, la buena nueva de Jesús se dirige a todos los pueblos y naciones y, por tanto, tiene sentido que Cornelio la quiera escuchar y Pedro le predique. Este anuncio conduce hacia la afirmación de fe fundamental de la comunidad cristiana: Jesús es Señor de todos .
Jesús no es un desconocido total para Cornelio; aunque sea para evitar disturbios revolucionarios, habrá oído hablar de él. El discurso de Pedro ampliará el conocimiento de Cornelio. Presenta a Jesús en los cinco hechos, que determinan su identidad y su hacer: bautismo, predicación, muerte, resurrección y testimonio. La lectura litúrgica sólo contempla los dos primeros. A diferencia de Ac 2,36 y 5,31 donde Jesús recibe su condición mesiánica en el momento de su muerte y resurrección, ahora se ha producido un giro y es en el bautismo, en el Jordán, donde Jesús recibe su condición mesiánica. Pero quizás lo que más interese a Cornelio es el hecho de que el mesianismo de Jesús no proviene de las armas y la violencia, sino del Espíritu Santo.
Festividad del Bautismo de Jesús 12 de Enero de 2014
