HACER MÁS DE LO QUE ESTÀ MANDADO
El primer tramo del capítulo 17 (vv.1-10) del evangelio de Lucas recoge una enseñanza de Jesús dirigida a los discípulos. Se trata de 4 temas: la advertencia contra el escándalo (vv.1-3a), la recomendación del perdón (vv.3b-4), la necesidad de la fe (vv.5-6) y el servicio (vv.7-10). El evangelio de este domingo (17,5-10) recoge los dos últimos.
El texto comienza con la frase: "los apóstoles dijeron al Señor " (v.5). El uso del término apóstol indica que se ha producido un cambio de registro respecto v.1. No se habla de discípulos sino de apóstoles, es decir, de discípulos en su condición de enviados. Experimentan la imposibilidad de cumplir la misión y por eso piden más fe. Jesús ya les había reprochado su falta de fe para liberar un chico poseído por un espíritu maligno (9,41). Los trató de generación descreída.
El término fe no tiene aquí el mismo significado que adquiere en el desarrollo teológico posterior a los textos bíblicos. Fe no significa el asentimiento intelectual a unos enunciados dogmáticos. Anteriormente a este pasaje, Lucas lo ha usado 5 veces: 5,20; 7,9.50; 8,25.48; siempre en el sentido de la confianza depositada en Jesús, capaz de realizar aquellos signos que muestran el advenimiento del Reino de Dios. Fe, por lo tanto, en este pasaje debe interpretarse como el convencimiento de que el Reino de Dios llegará, crecerá y se impondrá salvando todo tipo de obstáculos e impedimentos.
Al ruego del aumento de la fe, Jesús cambia la orientación de la pregunta y responde que no es la cantidad lo que importa, sino su calidad. Si es de buena calidad, con poca cantidad será suficiente para remover los obstáculos que parecen imposibles de erradicar. El códice Beza añade la imagen de la montaña, que se mueve de su sitio, imagen muy gráfica de un impedimento insalvable para la implantación del Reino de Dios. Que estamos en un contexto donde lo que está en juego es la expansión del Reino de Dios, se nota en la pista ofrecida por la imagen del grano de mostaza, que en 13,18 ha sido usada para describir el Reino de Dios.
La parábola del siervo inútil tiene un primer nivel de interpretación, según el cual el seguidor de Jesús debe cumplir fielmente con su deber, sin pretender exigir ninguna recompensa de Dios. Le motiva tan sólo el convencimiento de que debe hacer lo que está mandado y no esperar nada más. Esta interpretación encaja bien en el esquema de los cuatro temas: escándalo, perdón, fe, servicio. El problema surge cuando se tiene en cuenta la crítica que, en la parábola de los dos hermanos ( 15,11-32 ), Lucas dirige al hermano mayor, que sirve el padre sin desobedecer ninguno de sus mandamientos. En el trasfondo de estas parábolas se encuentra la espiritualidad farisea, según la cual Dios garantiza la salvación a quien cumple estrictamente los mandamientos de la ley de Moisés. Entonces puede entrar en juego el cálculo: como aquel estudiante, que calcula las asignaturas, que debe aprobar para pasar de curso, el cumplidor de la ley calcula cuál es el mínimo necesario para alcanzar la salvación.
Jesús critica este postura y responde con ironía. Si uno se limita a hacer tan solo lo que Dios ha mandado, puede decir: "Somos tan sólo unos sirvientes, hemos hecho lo que teníamos que hacer". Pero al seguidor de Jesús se le pide no quedarse con el "sólo" e ir más allá de este ética farisaica de mínimos. Con medios humanos y observancia religiosa (los mínimos) no basta para la expansión del Reino, se pide un plus, un ir más allá si uno no se quiere quedar como un sirviente que sólo sabe decir que hace lo que debe hacer, por eso este servidor, como muy bien dice el códice Beza, es un inútil.
Domingo 27 durante el año
6 de Octubre de 2013
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