Domingo XXVI del tiempo ordinario. Ciclo A
Barcelona, 28 de septiembre de 2014
La parábola de Jesús es breve y clara. No admite ambigüedad alguna.
Un padre envía a sus hijos a trabajar en su viña.
El primero le responde: No quiero ir. Pero después se arrepiente y va.
El segundo le dice: Ahora mismo voy. Pero después no va.
Jesús pregunta: "¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?"
La parábola dirigida a los sacerdotes y dirigentes religiosos de Israel es una fuerte crítica a los profesionales de la religión que continuamente tienen en sus labios el nombre de Dios pero, acostumbrados a la religión, acaban por olvidar o ser insensibles a la verdadera voluntad del Padre del Cielo.
Según Jesús, lo que Dios quiere es que sus hijos vivan en adelante una vida digna y feliz.
Este es siempre el criterio correcto para actuar según la voluntad divina.
– Si alguien ayuda a las personas a vivir,
– si trata a todos con respeto y comprensión,
– si contagia confianza y contribuye a una vida más humanoana, éste o ésta están haciendo lo que desea Dios.
Jesús advierte muchas veces a os escribas, letrados, sacerdotes y dirigentes religiosos de uno de los peligros que amenazan a los profesionales de la religión:
– hablan mucho de Dios
– creen saberlo todo de Él
– predican en su nombre la Ley, el orden, la moral, etcétera.
Pueden ser personas diligentes pero pueden acabar haciendo la vida de las personas más dura y penosa de lo que ya es.
Seguramente que no es mala voluntad ni maldad premeditada. Pero hay una manera de entender la religión que ciertamente no contribuye a crear una vida más plena y digna.
Hay personas muy religiosas que:
– acusan
– amenazan
– e incluso, condenan en nombre de Dios sin desvelar nunca en el corazón de nadie el deseo de una vida más elevada.
En esta forma de entender la religión
– todo parece estar en orden
– todo es perfecto
– todo se ajusta a la ley. Pero, al mismo tiempo, todo es frío y rígido. Y nada invita a la vida.
Al terminar la parábola, Jesús añade estas palabras terribles: "los que cobran los impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que vosotros en el reino de Dios."
¿Qué quiere decir esto?
Quiere decir que:
– los excluidos oficialmente del ideal religioso
– los que no saben cómo poner orden en su vida
– los que aparentemente tienen poco que ver con Dios
estos están más cerca de Dios que els teólogos y los curas.
¿Por qué?
Porque entienden y acogen mejor la comprensión y la bondad de Dios con todos.
¿Cómo entendemos y como acogemos nosotros la comprensión y la bondad de Dios con todo el mundo?
¿A quién comprendemos?
¿Cómo ejercemos nuestra bondad?