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Catalunya Religió
Joan Maria Mayol, rector del santuari de Montserrat
Joan Maria Mayol, rector del santuari de Montserrat

Glòria Barrete –CR La devoción a la Virgen de Montserrat traspasa fronteras. La primera frontera, la del propio santuario de Montserrat, que no se apropia de la devoción como algo intangible y para unos pocos, sino que la vive y la comparte por todas partes con su acogida y pastoral. Y la segunda frontera, la física y territorial, ya que, a través de la cofradía de la Virgen de Montserrat, posibilita que la devoción a la Moreneta pueda encontrar espacio y liturgia en todo el mundo, más allá del santuario y más allá de la festividad de la Virgen de Montserrat. Este año la cofradía celebra ochocientos años de historia con una peregrinación a Roma. Hablamos con el párroco del santuario y responsable de la cofradía, Joan Maria Mayol, sobre cómo los ocho siglos de la cofradía han sido reflejo de la historia y sociedad del momento.

Ochocientos años de historia de la cofradía. ¿Cuáles son los hechos más relevantes que ha vivido?

La cofradía se inicia en el año 1223 cuando empieza a haber más afluencia de peregrinos gracias al boca a boca del Camino de Santiago que ya narra las gracias de la virgen. En aquella época no se podía ir a Roma porque estaba la peste, y tampoco se podía ir a Jerusalén porque estaban los sarracenos. Las dos grandes peregrinaciones que se hacían en la Edad Media no se podían hacer, y lo único que sí se podía hacer era el de Santiago de Compostela. Todos los que iban viendo a Montserrat, se fijaban en una montaña que no pasa desapercibida y aquí es cuando empieza la gran afluencia de gente.

Un santuario que era el único en ese entonces con comunidad de monjes.

Exacto, esto es lo que hacía distinto a Montserrat. También había Escolanía por aquel entonces. Los peregrinos encontraban aquí una especie de ciudad eclesiástica o religiosa que entre los cantos, el incienso, el trasiego de la gente confesándose, confería un ambiente religioso diferente de sus parroquias. Aquello querían llevárselo a casa. También se sumaba la necesidad de ayudar a los peregrinos que venían aquí. Económicamente, los monjes no podían dar mucho, un caldo y poco más. Todos estos elementos ayudan a que el prior de aquel momento, Ramón, fundara la cofradía.

¿Y la cofradía empieza a hacerse mayor?

La cofradía da un salto al siglo XIV cuando el papa Nicolás V le concede la indulgencia plenaria a Montserrat. Una indulgencia que provoca que aquí siempre que sube en peregrinación es como un año santo. Y este año santo no es para hacer dinero, sino que debe entenderse como un reset espiritual y vivir de acuerdo con el Evangelio. Aquella concesión agranda la cofradía que pasa de quinientas personas a miles. La cofradía ya crecida lo que hace es favorecer el flujo de peregrinos y dignificar su estancia aquí. Es cuando, por ejemplo, se construyen los claustros para poder refugiarse del mal tiempo. Al final los monjes de Montserrat siempre hemos acogido a las personas que vienen, dando nuestro toque de acogida humana y espiritual.

Y llega la Guerra del Francés.

Sí, en 1811, cuando todo el patrimonio de Montserrat que han ido dando reyes y príncipes al santuario desaparece. Montserrat queda como Ucrania en los primeros días de guerra que veíamos las imágenes por televisión. Es dinamitado, los edificios quemados, todo queda dañado, y la cofradía no desaparece, hay cofrades, pero no pueden subir al santuario. Empezará más tarde la recuperación y construcción de Montserrat, iniciada con Isabel II regalando un traje a la Virgen, y siguiendo por la puesta en marcha de la Junta Reconstructora de Montserrat que empezará arreglando los edificios. Pero como Montserrat, también estaba toda Cataluña maltrecha, y toda la Península. Para Cataluña reconstruir Montserrat también era reconstruir Cataluña, y por eso se animó a todo el mundo a hacer donaciones. Tanto los monjes de la época como Víctor Balaguer supieron unir el sentimiento religioso, cultural, social y político del momento y es cuando se da la segunda fecha importante de Montserrat, que es en 1881, con la coronación canónica de la Virgen. La cofradía vuelve otra vez a reavivar porque se abre el santuario, los caminos, la gente vuelve a subir, se celebran fiestas. Debemos pensar que la cofradía era de algún modo la red de comunicación de los peregrinos que subían una vez al año, pero después en sus parroquias tenían su Virgen de Montserrat y hacían sus fiestas. La cofradía quería y quiere ser esto al final, tener la devoción en casa de alguna forma. La cofradía vuelve otra vez a reavivar porque se abre el santuario, los caminos, la gente vuelve a subir, se celebran fiestas. Debemos pensar que la cofradía era de algún modo la red de comunicación de los peregrinos que subían una vez al año, pero después en sus parroquias tenían su Virgen de Montserrat y hacían sus fiestas. La cofradía quería y quiere ser esto al final, tener la devoción en casa de alguna forma.

¿Cómo afecta la dispersión de los monjes durante el Trienio Liberal a la devoción y a la cofradía?

Se prohíbe el culto en Montserrat y se produce la dispersión de los monjes del santuario. También se incauta la Virgen que baja a Barcelona, ​​pero que provoca que más que un rapto la incautación se convierta en una marcha triunfal con la gente en la calle despidiéndola o haciéndole velas por la noche. Y nos situamos en los años treinta cuando se construyen las plazas, con unos bancos para que la gente pueda comer.

Y llega la Guerra Civil.

Durante tres años el monasterio es incautado por la Generalitat para que no se destruya, y se convierte incluso en Banco de Sangre. También se llega a hacer una sesión de Corts en nuestro comedor, y se debate incluso la ley de libertad religiosa. Cuando la comunidad vuelve al Cambril faltan cosas. La Virgen se había escondido, pero cuando vuelve se le quitan los trajes barrocos en pro del románico, pero hay que proteger la imagen de algún modo. El párroco del santuario y el abad de ese momento, Escarré, proponen hacer un camarín que sea un trono. Los duques de Cardona habían regalado un trono de plata por los favores hechos años atrás, y se dice por las romerías que se necesitan donaciones. A pesar de las penurias del momento, en pocos meses, se recogen 200 kilos de plata, a partir de pequeños anillos, pendientes o cubiertos. Esto sorprendió y se decide hacer una Comisión. Se opta también por que la coronación de la virgen no sea únicamente la colocación de la imagen, sino una fiesta de reencuentro cultural, social y religioso, algo como en 1881. Después de la guerra la convivencia era muy tensa y era necesario que la comisión -llamada Abat Oliva- contara con todos los colores representados. Se fue pueblo por pueblo, con estampas de la virgen contando esta fiesta. Colaboraron las bandadas, los scouts, los escaladores… Fue una fiesta transversal. Como dice el papa Francisco, que la religión no debe ser un problema, sino parte de la solución. Montserrat intenta conservar esa memoria, pero no como un museo, sino viva. Y es en ese momento que la devoción de Montserrat crece y se crean muchos de los altares que hay en la calle en Barcelona, ​​por ejemplo.

E incluso encontramos a la Moreneta en otros países del mundo.

Sí. No es esto algo local sólo de Cataluña, sino de todo el mundo. Tenemos contabilizadas unas doscientas madres de dioses no románicas en todo el planeta. Es la primera advocación que pasa el Atlántico porque Bernat Buil con Colón, que es delegado pontificio, hace la primera misa en veneración a la virgen de Montserrat y la primera capilla allí está en República Dominicana. Hay también en otros lugares de América Latina, en África, en Italia, en Francia, en Inglaterra, incluso en Japón. Lo bonito es ver cómo la inculturación catalana no ha sido invasiva ni impositiva. En este caso no se importa a la Virgen románica, sino que se adapta, en muchos casos, a la fisonomía y cultura del lugar concreto. Esto es lo que queremos llevar a Roma con la peregrinación, este hecho de inculturarse y no imponerse. Y sobre todo para recordar que cuando nos entendemos, sacamos adelante.

¿Ejemplos de inculturación de la Virgen de Montserrat?

Existe, por ejemplo, delegación de cofradía en Madrid o en Sevilla que es muy antigua. En Sevilla la imagen tiene fisonomía de una Macarena y como es una cofradía de penitencia debe ir con un san Cristo o una escena de la Pasión. En Sevilla durante la Semana Santa sale la Virgen de Montserrat con Cristo de la conversión del buen ladrón. Las delegaciones pueden adaptar la madre de dios e idiosincrasia al sitio propio. ¡En Sevilla la cofradía incluso canta el Virolai en catalán! Yo les digo que pueden cantar 'por la andaluza tierra' también, pero no, ¡cantan por la catana tierra! Hace unos años participé en un congreso de párrocos de santuarios con el papa Francisco. El Papa nos pidió que tuviéramos cura de la piedad popular en los santuarios porque era una manera de que la Iglesia huela a pueblo.

¿Y qué hacen en la cofradía?

Las cofradías de Semana Santa, por ejemplo, son muy pensadas de penitencia, ésta es de todo el año y está centrada en la fiesta de la Virgen, para hacer difusión y compartir lo que se vive en Montserrat a cualquiera sitio. El padre abad puso en texto lo que ya se hacía. No existe ninguna obligación estricta de orar y hacer cosas concretas, sino que es una recomendación abierta y que se ofrece. Hacemos un encuentro en mayo, después de la fiesta de la Virgen, y una vez al año oramos por los difuntos. Un acto muy sentido en tiempo de pandemia. También se comparte una comida. Es importante la empatía humana, la fe no es sólo mirar hacia arriba, sino mirar a los ojos al otro y decirle 'estoy aquí'. Esto es lo que pretendemos en la cofradía.

¿Y la parte social también está ahí?

¡Por supuesto! La parte social es vital porque se nació por eso, como todas las cofradías, vaya. En la peregrinación lo escenificaremos yendo a Santa Maria in Trastevere con la comunidad de Sant'Egidio, donde haremos el rosario de los pobres y acabaremos con la imagen de la Virgen de Montserrat de Girona en la iglesia. Los propios pobres nos acogerán y compartiremos un rato. Hay que sensibilizar también a los nuevos cofrades de esta parte social vital que tiene la cofradía, como todas, que nacieron por ello, para ayudarse entre ellos.

¿Cuántos cofrades hay actualmente?

Hablamos hoy de más de 3 mil cofrades. Hay gente de todos colores, como siempre ha ocurrido. Carlos V era cofrade, así como Felipe II. También lo ha sido Pasqual Maragall, o Jordi Pujol. De actuales prefiero no decirlo, ¡queda en la discreción!

Todos los obispos catalanes también lo son, ¿no?

¡También! El primer cofrade fue el obispo de Tarragona, en 1223. Por eso en 2019, con mi voluntad de rehacer lazos donde sabíamos que había cofrades propuse todos los obispos de la Tarraconense si querían serlo y se hicieron. Falta el último obispo auxiliar de Barcelona, ​​que cuando suba ha dicho que lo hará también.

¿Qué le pedimos a un cofrade hoy?

Está abierto a todo el mundo y se le pide que Montserrat sea un punto de referencia. Esto es lo más amplio. Ya más concretamente, pedimos la devoción a la Virgen María y que por los alrededores de la fiesta sea celebrada, sea como sea, a través de una sardana, de una barbacoa, de una tómbola, pero que sea celebrada. En Reus, por ejemplo, siempre hacen una tómbola y recogen dinero para niños sin recursos. No se hace pagar nada, no hay cuota alguna. Otra cosa es que cualquiera quiera hacer un donativo, pero no tenemos cuota. Las cosas más hermosas han sido recibidas gratuitamente, por ejemplo la vida. Por el contrario, regalamos una pequeña insignia y una lámpara perfumada, como idea de la presencia amorosa de la madre. Puedes tener una enfermedad, caer en desgracia, perderlo todo, pero tener la confianza de que la Virgen siempre estará a tu lado, porque una madre nunca deja a nadie.

¿Devoción a la Virgen, pero sin creencia, es factible? ¡Lo de 'yo no soy creyente, pero a la Moreneta no me la toque'!

Algo como decir que se es creyente pero no practicante. ¿Practicante qué quiere decir? ¿Ir a misa sólo o también amar? Es esencial amar para ser cristiano, y no digo que la misa no sea necesaria. A veces sí que se mezclan conceptos, se ve a la religión asociada únicamente a un credo y no es así, sin rechazarlo evidentemente. Hay esa parte de la afectividad que lleva a amar al otro y esto es el núcleo del Evangelio. Que lo hacemos contradictoriamente a veces, sí, pero eso lo comparte mucha gente que quizás no está ni bautizada. El mensaje de la madre de Jesús es siempre de ternura y confianza. Cuando uno es honrado en sí mismo, aparte de si es creyente o no, es normal que ante una imagen religiosa que muestra a la madre con un niño uno se entienda.

¿Cree que se entiende bien la devoción a la Virgen María hoy?

El idealismo sería pensar que la Virgen María te cure, y ya está. Yo no creo en milagros mágicos. Ahora, milagros que transformen a la persona, sí, y he visto. Asumir una enfermedad y que con la misma actitud interior uno se vaya sanando, sí, pero es otra cosa. Si no hay paz interior, es muy difícil vivir esto. Y al revés, personas que han vivido la enfermedad y han muerto, pero han muerto con una paz y esperanza que a ellos les ha ayudado y quienes han quedado detrás también.

¿Hemos superado la devoción a la Virgen María como paso para curarse milagrosamente?

El milagro principal es la transformación del corazón, éste es el milagro que hace constantemente la madre de Dios a muchos peregrinos, pero también hay gente que en ese momento necesita siquiera agarrarse a una esperanza que quizás puede parecer esotérica o supersticiosa . La esperanza no debe negarse a nadie, es el arma más fuerte que tenemos. Ahora, engañar tampoco. Decirle alguien que poniéndose una medalla en algún sitio el tumor se le irá, no, eso no va así. Por eso es necesaria la acogida. No se puede realizar pastoral sin pastores. Con la estampita, los folletos o medallas sólo no se va a ninguna parte. Por eso una de las misiones principales de Montserrat no es hacer liturgia, sino acoger a los peregrinos, vengan como vengan.

¿Cómo en un hospital?

Sí. Hay sección de urgencias y sección de crónicos. A veces en urgencias se necesitan tiritas y otras veces necesitan cosas muy grandes. Se debe hacer con mucho respeto porque toda persona lleva un misterio muy bonito. Si tú le ayudas a descubrirlo, le abres una ventana a una belleza que nadie le puede robar, nadie. Sólo hace falta un poco de tiempo para verlo. Y esto no es nada mágico. Ser cofrade es esto, participar de la espiritualidad del santuario, acogiendo a todo el mundo.

¿Cómo recibieron el gag de la Moreneta en Polonia? ¿Molestó a la cofradía?

Estamos en una sociedad libre, que esto vaya de antemano. No me alegró, ¡pero tengo que decir que tampoco me rasgué los trajes! Sí pienso que hay cosas con las que no habría que bromear, pero lo único positivo es que todavía la morenita es significativa porque sino tampoco se reirían. Si querían hacerlo para hacer daño, a mí no me lo han hecho. Me ha entristecido, pero también me entristecen más otras muchas cosas de la vida como el lenguaje y agresividad que hay en ciertos lugares políticos, por ejemplo. Lo que me preocupa es no ver alegría en los ojos de la gente, sobre todo, o ver cómo hemos perdido ciertas formas de agradecimiento y civismo como ir por la montaña y ¡saludarse con quien uno se cruza!

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