Roger Vilaclara –CR El Instituto Químico de Sarrià (IQS) ha organizado esta semana un congreso internacional sobre la aporofobia, el miedo a las personas en situación vulnerable. Entre el lunes y el martes se han celebrado multitud de sesiones informativas y de reflexión sobre la cuestión. Precisamente, una de las conferencias de esta semana fue sobre la inteligencia artificial (IA) como agente moral y el tratamiento de la información respecto a las personas en riesgo de exclusión social. Un trabajo que han presentado el jesuita Llorenç Puig; Xavier Casanovas, miembro de la Cátedra de Ética y Pensamiento Cristiano del IQS y colaborador del podcast de Catalunya Religión Indefugibles; Cristina Montañola; y Albert Fornells. En su trabajo, han estudiado la posibilidad de que la IA pueda promover la aporofobia.
Casanovas, Puig, Montañola y Fornells han probado cuatro sistemas de IA generativa diferentes: Chat GPT 3.5, GPT 4.0 a través de Bing, Llama 2 y Claude 2. A todos ellos les han hecho preguntas relacionadas con la vida de los excluidos y han analizado opinión de las diversas inteligencias. En concreto, a los cuatro sistemas les han expuesto tres situaciones distintas con una pregunta final.
¿Y cuál es la conclusión? En general, las cuatro IA presentan las situaciones de sinhogarismo como una vulneración de derechos básicos, pero no hacen menciones específicas al derecho a la vivienda. Xavier Casanovas ha explicado que las propuestas de acción de estos sistemas son "de carácter asistencial y personal" y nunca reflexionan sobre posibles iniciativas que permitan cambios políticos o estructurales. "Las respuestas son de carácter genérico y demuestran un gran desconocimiento de medidas innovadoras", ha dicho Casanovas.
Los motores de lenguaje generativo "no presentan sesgos aporofóbicos" con el uso de lenguaje respetuoso, inclusivo y comprensivo. Ahora bien, si planteamos las IA como apoyo en la toma de decisiones por el trabajo social hay que tener presente que la mayoría "no son capaces de realizar una lectura interpretativa que tenga en cuenta las causas y las consecuencias de una situación concreta". "Pueden ser un apoyo, pero debemos tener presente en todo momento que tienen límites reales y que encontraremos diferencias según la IA que usemos", ha concluido Casanovas.
Desde el IQS también se han planteado los eternos debates sobre la IA generativa: "¿Es una herramienta positiva?". Fornells ha explicado que se trata de una herramienta y que "depende del uso que hagamos". "Todo tiene un doble hilo, yo le puedo preguntar a la IA, por ejemplo, cómo se hace una bomba y eso no está bien", ha dicho.
Sin embargo, las IA actualmente disponen de filtros y capas de seguridad que no permiten responder según qué cosas. "Son mecanismos para ser políticamente correctos", ha subrayado Fornells.
La pobreza: de lo individual al colectivo
Además del estudio aportado por el IQS, en la sesión de este martes sobre la aporofobia en la sociedad tecnológica también ha participado Ignasi Boada, de Blanquerna-URL. Boada ha hablado de la pobreza en el contexto de la sociedad tecnológica. "La gran transformación es el paso de la pobreza como algo personal a como un hecho circunscrito a la sociedad", ha dicho.
Carlos Alcântara, de la Universidad Tiradentes de Brasil, ha cerrado la sesión hablando sobre el principio constitucional de fraternidad como hilo conductor de combate jurídico-penal de la aporofobia.
El congreso internacional sobre la aporofobia ha terminado este mismo martes con la clausura del encuentro, una mesa redonda y una lectura de un manifiesto en contra del miedo a las personas en situación de vulnerabilidad.
✔ 1st International Conference on Aporophobia so far.
— IQS (@IQSbarcelona) October 30, 2023
We want to thank all the speakers and attendees for coming.
More tomorrow! 🔛 pic.twitter.com/jWQrjaEJYv
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