Pasar al contenido principal
Catalunya Religió
ou-com-balla
Fotografia: ACN.

Josep Gordi –CR La fiesta del Corpus o “Corpus Christi” es una fiesta de la Iglesia católica que venera el sacramento de la eucaristía y la presencia del cuerpo de Cristo en la consagración. La instituyó el papa Urbano IV en 1262. En ese momento todavía se mantenían ritos paganos, sobre todo, los relacionados con la llegada de la primavera, el triunfo de la vida y el estallido de la fertilidad después del largo invierno. Ahora, conocemos el Corpus por el famoso "huevo como baila", las procesiones o las flores. Pero, ¿qué simbolismos esconden todas estas tradiciones?

El Corpus es una fiesta móvil dentro del calendario litúrgico. Se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección y este 2023 se conmemora este domingo, 11 de junio. En torno a la fiesta, se organizan manifestaciones diversas. Una de las más antiguas son las procesiones, documentadas desde el siglo XIV en Gerona y Barcelona. La procesión de Corpus es un desfile triunfal del Santísimo Sacramento por las principales plazas y calles del pueblo o ciudad. Como en toda actividad pública, participaban todas las autoridades o fuerzas vivas de la localidad.

Desde el mismo siglo XIV quedó documentada la aparición -en medio de estas procesiones- de escenificaciones de pasajes de las Sagradas Escrituras; se las conocieron con el nombre “entremeses”. Con el paso de los años estos actos teatrales fueron perdiendo valor catequético y ganaron bastante festiva. Para algunos estudiosos del folclore, es aquí donde se encuentra el antecedente de los pasacalles de las fiestas mayores.

También del carácter festivo que toman estos actos de calle nació la Patum de Berga, donde todos los entremeses y bullicias del Corpus se convirtieron en comparsas festivas que se desplegaban por todos los rincones de la villa. El nombre primigenio de la Patum era el de "bulla" o "bullito" del Santísimo Sacramento.

LAS ALFOMBRAS DE FLORES POR CORPUS, ANTIGUAMENTE, MARCABAN EL PASO DE LAS PROCESIONES DE LA FESTIVIDAD

Existen otras manifestaciones festivas ligadas al Corpus. De las más conocidas podemos mencionar el “huevo como baila” y las alfombras de flores en todo el país. El huevo como baila es un huevo vacío que baila sobre un manantial de agua que, en su base, está adornado de plantas y flores. El del claustro de la Catedral de Barcelona permanece documentado desde 1440.

Uno de los simbolismos de esta actividad es el paralelismo que se establece entre el huevo, elevado por el chorro de agua, y la elevación de la eucaristía frente al altar en el momento de la consagración. Otra interpretación es relacionar el huevo con la fertilidad, plenitud y presencia de flores que evocan la fecundidad, la belleza o la espiritualidad.

En cuanto a las enramadas o alfombras de flores, actualmente perviven todavía en municipios diversos. Destacamos las de Arbúcies, la Garriga o Sitges y tantos otros. Originalmente, eran un ornamento efímero ubicado en las calles por las que debía pasar la procesión de Corpus. La primera enramada documentada es la de Arbúcies, es de 1589.

EL CORPUS COINCIDE SIEMPRE CON LAS FIESTAS PRIMAVERALES QUE CELEBRAN EL RETORNO DE LA FUERZA VEGETAL Y LA FERTILIDAD DE LAS COSECHAS

El nombre "enramada" hace referencia al hecho de ornamentar las calles con ramajes de árboles cercanos, podían provenir de alisos, fresnos o avellanos. Más adelante, se incorporaron las flores y otros materiales. Las flores de buen antiguo simbolizan, en su conjunto, la belleza y naturaleza efímera de la existencia. Históricamente, se han asociado a rituales diversos ya desde la antigüedad grecorromana sabemos que los muertos y tumbas se cubrían de flores. También en la boda, las flores son la expresión de la fertilidad, virginidad y pureza y representan la sacralidad de la unión de los esposos. En algunos lugares católicos el ramo nupcial se deja a los pies de una estatua de la Virgen María.

Las fiestas en torno a Corpus se sitúan siempre a finales de mayo o a principios de junio. Por tanto, coinciden con la celebración de las fiestas primaverales, como la del “Árbol de Mayo” con la que se quiere festejar el retorno de la fuerza vegetal y al mismo tiempo pedir fertilidad frente a las futuras cosechas. No es de extrañar, pues, que todas las manifestaciones de Corpus queden rodeadas de flores y otros elementos vegetales. Es su momento, su bello tiempo.

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.