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Por Josep Gallifa .

(Artículo original publicado el 17/5/2011)

En unos tiempos en los que todo parece querer llevarnos hacia buscar experiencias y soluciones individuales, queremos comenzar esta colaboración en Catalunyareligió señalando la relevancia, el valor-y también el atractivo-de las obras colectivas.

Efectivamente en el entorno de hoy todo parece apuntar hacia el individualismo. Individualismo en el hacer de estos modelos que se nos presentan, como este héroe de las películas que después de luchar contra todo tipo de adversidades y persistir en su visión individual, acaba saliéndose con la suya, además además casi siempre encontrando en este camino el amor de su vida. Un individualismo que busca ser sugestivo. Individualismo también en esta búsqueda de experiencias nuevas y excitantes que parecen proponernos los modelos mediáticos y publicitarios: Más y más adrenalina, novedad y excitación de los sentidos ... O bien el individualismo en los pensamientos, bien libres pero que empiezan y acaban en mí. También, lo sabemos bien, la religión muchos sostienen que se debe vivir y mantener en la esfera individual.

Ante esta tendencia no quisiéramos caer en un maniqueísmo. No queremos entrar a juzgar si está bien o mal la búsqueda individual. Claro que somos individuos y tenemos nuestros deseos y motivaciones, nuestros gustos individuales que nos singularizan y nos hacen únicos! No se trata de dejar de ser individuos o personas. Sólo queremos señalar que en este contexto, más que nunca, vale la pena descubrir, apostar y comprometerse en las obras y las experiencias colectivas.

Cuando hacemos cosas con los demás tenemos la posibilidad de compartir, de descubrir que cuando trabajamos en equipo podemos lograr juntos más cosas y hacerlas mejor. También en los procesos conjuntos hay otras personas y nos abre la posibilidad de la relación y por tanto de compartir también las experiencias y vivencias, descubrir nuevas amistades. Las ideas compartidas también son mejores porque están más abiertas al contraste y por tanto pueden expresar mejor el talento. En las experiencias colectivas descubrimos también el valor de la generosidad, el espíritu de servicio ... También el sentido de comunidad, que tiene una auténtica capacidad transformadora. Y todo ello sin anular la individualidad!

Empiezo a escribir en este blog para exteriorizar una experiencia colectiva. Es la experiencia que he tenido-y tengo el privilegio de vivir cotidianamente-en Blanquerna de la Universidad Ramon Llull, universidad que celebró la semana pasada los 20 años . Por eso he titulado este blog "Universitas". Porque estas reflexiones querrían añadir al binomio Cataluña-Religión la "Universitas", en un doble sentido:

-El de manifestar que están realizadas desde la Universidad, para compartir experiencias, ideas, vínculos significativos o proyectos que pueden ser de interés más allá de nuestra comunidad académica.

-El de buscar unidad en la diversidad. Unidad en la diversidad de hechos, perspectivas y temáticas, sujetos y agentes, o propósitos.

Intentaré (no sé si lo conseguiré del todo) huir del academicismo, añadir el tono que en la universidad se da también en entornos más informales: los pasillos, el bar o en el comedor, donde muchas veces hay también las conversaciones más interesantes, que te llevan a veces a emprender o cambiar cosas. En una de esas conversaciones por ejemplo me animé a iniciar este blog. Empiezo pues, con la ilusión de los inicios, esta pequeña aportación en una obra también colectiva como es Catalunyareligió.

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