Lucía Montobbio –CR La comunidad budista celebra este 21 de febrero una de las fechas más señaladas de su calendario: el Losar. "Lo significa año, y sar nuevo", explica el director de la Fundación Casa Tibet, Thubten Wangchen. Es una fiesta que depende del calendario lunar, por eso cae en días distintos según el año, entre enero y marzo. Además, cada año se simboliza con un animal y uno de los cinco elementos. Este año: la liebre y el agua.
El Losar se festeja en Tíbet, India, Bután y Nepal. En Cataluña, también existe la ocasión de disfrutar de esta fiesta. Y es que desde 1977, cuando se abrió el primer centro de culto budista en Barcelona, el número de personas budistas en el territorio no ha dejado de crecer.
Budistas, o no, todos los ciudadanos están invitados a compartir oración y comida el 21 de febrero, a las 20:00 h, en la Casa del Tíbet de Barcelona. “Dirigiré una subida (oración) con el tradicional ofrecimiento de khatas (bufandas de seda blanca) a Santadat el Dalai Lama, y después compartiremos té dulce y kabses (galletas tibetanas)”, explica Wangchen.
Lo importante de todo es empezar con una buena actitud. “Si empiezas el año sin aliento, criticando a los compañeros, haciendo las cosas sin ilusión... estás incitando una continuación de días tristes”, asegura Thubten Wangchen. Por el contrario, dice, si el fiel se prepara y recibe la celebración con júbilo “habrá buena suerte”, explica el director.
De hecho, antes de que llegue el Losar, los budistas llevan semanas preparándose. Por un lado, saldan las deudas económicas, limpian y ornamentan la casa. Por otra parte, renuevan las banderas de oración y prendas de su armario. Reservan un espacio para poner el altar, relleno de ofrendas como frutas, botellas de cerveza de avena, hojas verdes de trigo, pan, tortas y pilas de kabses . También colocan símbolos de auspicio en diferentes rincones de la casa para simbolizar los obsequios que los dioses ofrecieron a Buda iluminado.
Durante el Losar, en los hogares se reúnen amigos y familiares. Se saludan con abrazos efusivos e intercambian kathas mientras se desean fortuna. Tashi delek, se llaman unos a otros. Ya en la mesa, comparten té con leche y bolas de arroz dulce que cocinan con pasas. “Estas golosinas ayudan a que los estómagos estén contentos, y pues, nosotros, también contentos”, sonríe Wangchen.
En los templos budistas, la comunidad canta para honrar a los dioses y comparte oración. Al terminar, bailan, izan las banderas nuevas de oración y cenan juntos para dar la bienvenida al año.
Un festival con restricciones
El festival del Losar dura quince días, aunque "ahora, donde el dominio lo tiene el gobierno chino, sólo tenemos permiso para celebrar los tres primeros días, Losar Rey, Losar Lama y Losar Protector, que son de hecho los más importantes" , concluye Wangchen.