Indefectiblemente en el evangelio del primer domingo de cuaresma leemos el relato de las tentaciones de Jesús . Este año, que seguimos el ciclo A , corresponde el texto de Mateo ( 4,1-11 ) .
Nos puede parecer una rareza que Jesús fuera tentado. Un texto anterior en el evangelio de Mateo, la carta a los Filipenses del año 53, dice que Jesús "haciéndose semejante a los hombres " (2,7) y la carta a los hebreos, posiblemente conociendo el texto de Mateo, dice: "probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado" (4,15 b). La rareza se disipa notablemente cuando se tiene en cuenta los grandes personajes del antiguo Testamento que son tentados y puestos a prueba. Dios pone a prueba a Abraham pidiéndole que sacrifique a su hijo Isaac (Gn 22,1). Jeremías dirá: "has comprobado que mi corazón está contigo" (Jr 12,3). "Examina los justos y los injustos" dirá el Salmo 11,5. Puede haber personaje más probado que Job (Jb 23,10)?. Pero sobre todo es con el pueblo de Israel, que es probado en su estancia en el desierto, con quien más se identifica Jesús en el momento de las tentaciones (Ex 15,25) " Te puesto a prueba para ver inclinaciones de tu corazón" (Dt 8,2).
El texto de Mateo representa una ampliación respecto al texto de Marcos, que se considera más primitivo, ensanchando el contenido de las tentaciones e introduce el término "diabolos" traducción del hebreo "satan", que significa acusador.
Respecto Lucas, cambia el orden de la segunda y tercera tentación. Lucas desplaza la tentación del templo al tercer lugar con la intención de quitar importancia al templo; considerando que la tentación del centro es la más importante, a tenor de la narrativa quiástica judía, según la cual lo que está en centro es lo más significativo, la tentación que en Mateo adquiere más importancia es la del templo.
Tenemos pues a Mateo priorizando la importancia del templo y la institución que representa. El templo estaba en medio de la ciudad de Jerusalén y ésta se consideraba que estaba en el centro del mundo. La tentación tiene un pleno carácter y sentido mesiánico. El diablo exige de Jesús un milagro espectacular, en el lugar más concurrido de Israel y más significativo religiosamente. Un milagro que muestre, sin lugar a dudas, su identidad mesiánica como lo hicieron otros mesías que pretendían presentarse como tales con proezas espectaculares.
Poner a prueba el mesianismo de Jesús implica poner a prueba también su relación con Dios. Como en la primera tentación, el diablo invoca la voz del cielo oída en el Bautismo: "Si eres Hijo de Dios". Dios no puede permitir un fracaso de su hijo en el lugar más evidente y sagrado de su presencia. La respuesta de Jesús se considera una cita de Dt 6,16. Esta cita recuerda el episodio de Masá, donde el pueblo de Israel se quejaba a Dios por la falta de agua; más allá de eso el episodio ha convertido emblemático del momento en que Israel duda de la presencia de Dios (Ex 17,1-7) . La respuesta de Jesús lleva a no fundamentar la convicción de la asistencia y la presencia de Dios en el resultado de las evidencias lógicas que proporcionan las pruebas, sino en la confianza que proporciona una fe sin brechas ni fisuras.
Domingo 1 º de Cuaresma 9 de Marzo de 2014
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