Pasar al contenido principal

Comentario al evangelio del domingo 23 durante el año. A

Un fragmento del capítulo 18 del evangelio de Mateo (Mt 18,15-20) está dedicado a la corrección fraterna, es el que leemos hoy.

Los conflictos son inevitables entre los seres humanos y sobre todo cuando se trata de una pequeña y marginal comunidad sometida a presiones de todo tipo. La forma de gestionar este tipo de conflictos internos es determinante para la supervivencia de la comunidad. Numerosos grupos y comunidades del siglo I establecieron procedimientos para resolver conflictos, amonestar a sus miembros y, en un caso extremo, excluirlos del grupo. La comunidad de Mateo no fue perfecta y en ella se encuentran muchas semejanzas con la manera de proceder de estos grupos porque no era ajena a las necesidades de reprobación y corrección.

Una primera fuente de inspiración la encontramos en el libro del Levítico que dice: “No alientes odio contra tu hermano, pero corrige, si es necesario, a tu prójimo” (19,17). También en la comunidad esenia de Qumram se recomienda “Que se amoneste a su prójimo en la verdad, la humildad y el amor misericordioso hacia el hombre. Que nadie hable a su hermano con ira o murmurando... que no le odie en su corazón, sino que lo corrija para no caer en pecado por su culpa” (1 OS 5,24-6,1).

En el texto de Mateo no se especifican los procedimientos de actuación, ni las funciones que tienen los encargados de la acción disciplinaria, ni se especifican las penas o castigos ni las condiciones de la readmisión. Las tres fases que se describen en el texto hacen pensar en los tribunales civiles donde existe una primera instancia, una fase de apelación y un recurso a la autoridad judicial máxima. Parece como si el texto quisiera ser un ejemplo de ese dicho popular “la ropa sucia debe lavarse en casa”. Considerándolo así, el texto de Mateo sintonizaría muy bien con el texto de Pablo que dice: “Cómo es posible que entre vosotros haya alguien que cuando tiene un pleito contra otro se atreva a recurrir a un tribunal pagano y no a los miembros del pueblo santo? (1 Co 6,1).

"Si tu hermano peca contra ti". No se especifica la naturaleza del pecado. En algunos manuscritos no aparece el “contra ti”. Si damos por buena la presencia del “contra ti” puede considerarse que no se trata de los pecados que las primeras comunidades cristianas consideraban como pecado y que eran muy graves: apostasía, homicidio, adulterio, y gran robo. Por lo tanto debemos pensar en pecados que se dan en la relación entre personas y que rompen la unión de la comunidad.

Esta unidad se rompe cuando se da el caso de no aceptar, cuando se llega a la situación límite, el pronunciamiento de la Iglesia, de la comunidad. Este pronunciamiento es el reconocimiento de que la relación se ha roto, de que el ofensor se ha situado fuera de la comunidad al negarse a hacer la voluntad de Dios tal y como la enseña Jesús. Llegados a este punto es necesario considerarlo un pagano o un recaudador de impuestos. Jesús se relaciona con los gentiles, los paganos (8, 5-13; 12,18.21; 15,21-28) y se relaciona con los recaudadores de impuestos (9,9.10-13; 11,19). Paganos y recaudadores de impuestos son objeto de misión, personas a las que hay que ganar para la causa de Jesús a fin de nutrir a la comunidad de discípulos de Jesús. El ofensor que ha quedado fuera de la comunidad tendrá que empezar de nuevo desde cero.

El poder de atar y desatar es una práctica inspirada en el rabinismo judío. La "Smijà", rabínico era una especie de ordenación o imposición de manos donde el estudiante que había terminado sus amplios estudios de las Leyes en una academia religiosa (Yeshia) se le delegaba una cierta autoridad para tomar decisiones ante cualquier situación dentro una comunidad concreta. Una de las preguntas que hacía el rabino principal era: ¿puede atar, puede desatar?. Si la respuesta era afirmativa, ya tenía autoridad delegada. Si ocurría algo digno de ser juzgado, el caso era llevado ante esta persona y, por la autoridad que le había sido otorgada, ataba o desataba, es decir, juzgaba el caso. El poder de atar y desatar que tenían los rabinos y que Jesús ha dado a Pedro después de la confesión mesiánica (Mt 16,19), ahora Jesús lo ha dado a toda la comunidad. Sólo tendrá que hacer de ella un buen uso.

Domingo 23 en el año. 10 de Septiembre de 2023.

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.