A veces nos dicen "Dios no hace falta para nuestra existencia" pero es difícil decir que hace falta y que no hace falta para nuestra existencia. Por ejemplo: si no hubiera tres generaciones de cuarzo y de leptones, las partículas más elementales, no se habría podido romper la simetría entre materia y anti-materia, y ahora, el universo estaría formado sólo de luz, sin materia ni anti-materia. (...)