Treinta años de teología con rigor en Mataró

Ramon Bassas –CR “Todo esto empezó un poco por casualidad, en 1993. Yo llevaba a los chicos a los Salesianos de Mataró y estaba terminando, además, la carrera de Teología. Uno de los maestros, Gregorio Gutiérrez, que coordinaba los cursos para personas en paro, me decía que debía cubrir algunas clases de formación religiosa y que si podía ayudarle. A mí me hizo gracia, me apunté, y acabamos abriéndolos”, resume Josep M. Solà sobre los inicios de la Escuela de Teología del Maresme. Una institución que dirige desde entonces y que el domingo día 14 de enero a las 17:45 h celebrará sus 30 años de vida con un concierto en la parroquia de San José de Mataró, donde tiene su sede la Escuela desde poco tiempo que empezaran, una vez desvinculada por completo de los cursos para personas en paro.

"Yo siempre digo que somos el cuadro de honor de la teología catalana contemporánea: todos los nombres que te puedas imaginar han hecho cursos o conferencias", sigue Josep M. Solà. Empezaron muy fuertes: realizaban 10 sesiones por trimestre, casi una cada jueves. Pero cuando cumplieron veinticinco años decidieron bajar el ritmo. Ahora realizan unas tres o cuatro sesiones por trimestre, con posibilidad de asistir a las actividades que se quieran, y cuentan con una treintena de asistentes. “No somos los sesenta que habíamos llegado a ser, pero no hay nada”.

Josep M. Solà, paralelamente, al terminar la carrera entró de profesor de religión del Instituto Alexandre Satorras de Mataró y sigue vinculado a la investigación teológica, ahora ya jubilado. Escribe comentarios semanales de lecturas en el blog Mirando el texto de Catalunya Religió. E incluso tiene algún libro sobre la Biblia. De modo que es un director perfecto para encontrar los temas y los interlocutores más adecuados.

En este último trimestre, por ejemplo, trataron la cuestión de la paz. Pero también son memorables los recientes sobre el Credo, otro sobre las mujeres en la Biblia y la Iglesia o los debates ciencia y fe. Este trimestre habrá un ciclo sobre Biblia y psicología y en el último del curso, uno sobre los laicos. No paran. En la agenda de Catalunya Religió les anunciaremos.

Abiertos a quien quiera plantearse cuestiones de fondo

Otro elemento importante de la trayectoria de la Escuela es el rigor. Tanto en la elección del profesorado, "siempre licenciados como mínimo y siempre expertos en la materia que dan", aclara Solà, como en su validez académica gracias a un acuerdo con el ISCREB. “En esto fue muy importante la figura de Antoni Matabosch, que nos acompañará el día del concierto. Cuando dirigía el ISCREB montó una suerte de red de filiales que permitieran extender los estudios bíblicos en varias partes del país sin tener que ir a Barcelona”, recuerda. Esta institución les ofrece también asesoramiento temático y les facilita el profesorado cuando es necesario. "Estoy muy orgulloso", sentencia Solà.

¿Y el futuro? Josep M. Solà no esconde que cree que están bajando las asistencias a los cursos de temática religiosa en todas partes, aparte de la edad avanzada de la mayoría de alumnos, y que forzosamente tendrá que plantearse mejor el modelo. También cree que el día que sea necesario sustituirlo a él no habrá problema: “hay gente muy capacitada; ahora, tendremos que convencerlos”, reconoce.

Y tiene una espina pendiente: una mayor vinculación con las parroquias mataroninas. “Cuando empezamos dijimos a los rectores: 'no os venimos a pedir cuartos , sólo queremos que no nos pongais palos en las ruedas. Por ejemplo: no hagáis reuniones los jueves'. Y algunos hicieron como si sintieran llover”. Sea porque de esto hace mucho tiempo o por otras razones, a Solà le parece que éste es otro de los retos a plantearse con motivo de este trigésimo aniversario. Lo que empezó con personas en paro y ahora reúne a jubilados (muy activos, eso sí), quiere abrirse a quien crea que vale la pena plantearse cuestiones de fondo.