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Se estrena en Cataluña la película "Un Dios prohibido", que narra el martirio de 51 jóvenes Claretianos en Barbastro

(Claret) «Un Dios prohibido" es una película que trata del martirio de 51 miembros de la Comunidad Claretiana de Barbastro (Huesca), casi todos jóvenes seminaristas, que lejos del conflicto político del 36, deciden vivir hasta el final su fe y su vocación religiosa. La película relata las últimas semanas de la vida de este grupo de jóvenes, desde que son arrestados hasta que finalmente son fusilados.

Se crea la nueva Conferencia Europea Claretiana de Superiores Mayores

(Claretianos) El 25 de enero de 2013 por la tarde y el 26 por la mañana, se reunieron los Superiores Mayores de las diez Provincias y Delegaciones Claretianas de Europa para estudiar y aprobar los estatutos de la nueva «Conferencia de Europa» (Eclair). En la última reunión celebrada en Fátima el 31 de octubre de 2012, los Superiores Mayores decidieron unificar las dos Conferencias existentes en ese momento: Iberia y CEC.

Tarragona acogerá la beatificación de los obispos Borràs y Huix con 540 mártires de la Guerra Civil

(CR) La Conferencia Episcopal Española ha aprobado en la sesión que está celebrando esta semana que la beatificación del obispo auxiliar de Tarragona Manuel Borrás, y del obispo Salvi Huix de Lleida, junto con 540 mártires de la Guerra Civil, se celebre en Tarragona. Este jueves al mediodía se ha comunicado la decisión a los curas y laicos con responsabilidades pastorales del arzobispado de Tarragona.

Josep M. Abella al Sínodo: "Mayor atención a la calidad que a la cantidad"

(CR) Esta es la intervención del padre Josep Abella, superior general de los Claretianos, en el Sínodo de Obispos sobre la Nueva Evangelización. Es uno de los cinco catalanes que participa en las sesiones y que puede intervenir públicamente con un breve discurso en el aula sinodal.

Josep Maria ABELLA BATLLE, CMF, Superior General de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Claretianos)

"Es una pena cerrar una comunidad con una trayectoria de cerca de 130 años"

(Claret) El padre Claret llegó a Tarragona durante el mes de enero de 1846, cuando tenía 38 años, como cura del obispado de Vic y con el título de misionero apostólico concedido por Roma. Desde ese momento la congregación claretiana ha conservado siempre una relación constante con la ciudad tarraconense; los vínculos siempre se han mantenido vivos a través de la presencia de misioneros claretianos, con una comunidad muy activa en la ciudad.

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