Una aproximación a Jesús: ¡Qué manía le tienen!

Reconozco que me hace mucho daño ver cómo unos y otros vuelven a la carga con el libro de Jesús de Pagola, dicho sea de paso, de lo mejor que leí en los últimos años. Un libro que canta a Jesús el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre, que despierta la pasión por el Reino, y que cuyo cuya predicación hace más cercano y creíble el mensaje del Evangelio.

La gente no es imbécil: nueve ediciones más la de Catalán, cantidad de grupos de base estudiando y orando con él…. No es eso un signo de que Jesús encuentra eco en muchos corazones sedientos de Evangelio, de verdad, de una palabra liberadora, nacida de los labios de Jesús de Nazaret, y que resuena en nuestra historia con fuerza, <!--more-->actualidad y pasión? Seguro que esos tales que atacan al “escribano”, ni lo han leído, y si convivieran con jesús, le echarían de la Iglesia por hereje, por estar con los pobres, por comer con los pecadores, por bendecir a los niños, y por decir que algunos son como razas de víboras y sepulcros blanqueados, que hay otros que son lobos con piel de ovejas…. Por decir que el Padre ofrece el Banquete del Reino para TODOS sus hijos.

¿Por qué todavía hay quién se resiste a la pluralidad dentro de la comunidad de los discípulos de Jesús? ¿Por qué hay quiénes se empeñan en hundir a sus hermanos, y se niegan a disfrutar con la pluralidad?

¿Tanto les cuesta aceptar que el Dios de la vida está enamorado de la humanidad; que Jesús se sintió amado por el Padre y que esta experiencia del Jordán cambió el rumbo a su vida?

¿O es que todavía quieren vendernos un Dios que jugaba a ser hombre y que tenía apariencia de hombre, pero en realidad la encarnación era un simulacro? ¡Eso sí que es herejía!.... Y si no, que lean a Santo Tomás, el Doctor Angélico.

¿Por qué se resisten tanto a aceptar a Jesús,el Dios de la vida, el cantor de las bienaventuranzas, el curador de enfermos. Qué Él mismo que conoce nuestra realidad, nos dé a todos un corazón nuevo y un espíritu nuevo y nos ayude -y los ayude- a no esccandalizarnos de su humanidad, de su cercanía, de su corazón, de su misericordia a fondo perdido...

Que la vivencia de la cuaresma nos renueve en el amor fraterno y destierre de la comunidad de los discípulos de Jesús el espíritu fraticida de los que van con la cabeza del enemigo bajo el brazo para ponerse medalla, ignorando que eso, se les vuelve en su contra.

“Padre, que todos sean uno, como Tú y yo, somos Uno”