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Catalunya Religió
Lluís Magriñà

Jordi Llisterri -CREra uno de los jesuitas catalanes con mayor trayectoria internacional. El jesuita Lluís Magriñà, de 76 años, ha fallecido este domingo en Salamanca, donde estaba pasando un año después de dejar la dirección de la Cueva de Manresa en julio del año pasado. Una muerte totalmente inesperada. El día 4 sufrió una caída e ingresó en el Hospital Clínic de Salanca, donde no se pudo recuperar de las lesiones.

Vinculado principalmente a proyectos de desarrollo e inspirado en la trayectoria del padre Pedro Arrupe, ha estado en el inicio o en el relanzamiento de obras clave de la Compañía de Jesús. Fue fundador de la ONG Intermón, director mundial del Servicio de los jesuitas a los Refugiados, creador de la Fundación Jesuïtes Educació, provincial de la Compañía de Jesús en Cataluña y en la última etapa, director de la Cueva de Manresa, que reformó y convirtió en un centro internacional. También ha sido siempre un embajador de la realidad catalana en el mundo.

Hace cinco años, en una entrevista en Catalunya Religió relataba con detalle qué le había inspirado durante toda esta etapa vital. Su motor era “el cariño a las personas” y que a pesar de todo el mal que había visto estaba convencido de que las personas podían cambiar y de que “el amor es más fuerte que el rechazo”.

FUNDADOR DE INTERMÓN, DIRECTOR DEL SERVICIO DE LOS JESUITAS A LOS REFUGIADOS, IMPULSOR DE LA FUNDACIÓN JESUÏTES EDUCACIÓ, PROVINCIAL EN CATALUÑA Y DIRECTOR DE LA CUEVA DE MANRESA

Lluís Magriñà Veciana había nacido en Barcelona en 1946. Alumno de la escuela de los Jesuitas de Sarrià, se abrió a la vocación en una estancia escolar en la Cueva de Manresa donde finalmente hizo el noviciado. Su hermano mayor también fue jesuita, y murió de joven en un accidente en Bolivia.

Entró en la Compañía de Jesús en 1964 y fue ordenado sacerdote en 1976. En este período de formación estuvo en Argelia e hizo una larga estancia en Chad a principios de los años 70. La búsqueda de soluciones para la educación en Chad, le condujo a estudiar Educación Comparada en la Universidad de Chicago, en Estados Unidos. También era licenciado en Teología.

De vuelta a Chad se encontró en el proceso de descolonización del país y con la guerra civil. Enfermó y tuvo que volver a Barcelona a recuperarse. Este regreso le conduce a reformar la Oficina Misión y Desarrollo de la Compañía, que acaba convirtiéndose en la ONG Intermón, hoy asociada a Oxfam. Director de Intermón durante 15 años, en una visita del prepósito general a Cataluña conoce el Servicio Jesuita a los Refugiados y decide promover un proyecto educativo en el Congo.

En 2000, el superior general Peter-Hans Kolvenbach le nombra director del Servicio Jesuita a los Refugiados (SJR). Esta responsabilidad internacional le lleva a viajar por todo el mundo y a conocer de primera mano -y a actuar- en los principales conflictos del planeta. Fueron siete años en los que el SRJ creció de forma exponencial. En esta etapa también fue consultor del Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes del Vaticano.

EN MANRESA HA CERRADO EL CÍRCULO. PERO SEGURO QUE TODAVÍA HABRÍAN PODIDO SALIR NUEVOS PROYECTOS DE SU JEFE

En 2007 regresa a Cataluña y se centra de nuevo en el ámbito educativo. Impulsa la creación de la Fundación Jesuïtes Educació que agrupa a las escuelas de la Compañía de Jesús en Cataluña. En 2008 es elegido provincial de los jesuitas en Cataluña. Será el último provincial de Cataluña cuando en 2015 se unifiquen las distintas provincias de los jesuitas en España.

Acabado este período, le encargan un nuevo reto. En 2015 es nombrado director de la Cueva de Manresa con la vista puesta a los 500 años de la estancia de San Ignacio y la internacionalización de la Cueva como centro de formación mundial de los jesuitas. Aunque, como le hubiera gustado, no pudo ver al papa Francisco en Manresa, en el 2020 participó en una audiencia privada para presentarle los actos de los 500 años de San Ignacio en Manresa. Ahora se había tomado un año de pausa en Salamanca. En Manresa ha cerrado el círculo. Pero seguro que todavía habrían podido salir nuevos proyectos, que habría contado de forma tan pausada como convicente. Y con ligera sonrisa por debajo de la nariz.

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