Pasar al contenido principal
Por Ramon Bassas .

Una vez terminada Incierta gloria (de Joan Sales , Ed. Aymà, Barcelona 1956) tuve una cierta sensación de frustración. Con orgullo debo decir que he leído una primera edición (el ejemplar 363) y con pena debo decir que, como sabréis, se trata de una edición censurada. O sea que me duele haber perdido, tal vez, algunas partes relevantes.

De manera similar a lo que le pasaba a Marc Vilarassau (vea la excelente lectura que hace a La Mañana Digital de hace unos meses),he pasado toda mi infancia y mi adolescencia ante este volumen, cuyo autor era el editor de un magnífico grupo de libros que le acompañaban en el estante: el Club dels Novel·listes. Había oído hablar bien de él pero tengo que reconocer que no ha sido hasta este año, centenario del autor, que, por lo que he podido leer aquí o allá, he decidido a enfrentarme a él.

Para comentarlo, aunque sea para trazar brevemente qué me ha parecido, necesitaría ​​bastante espacio. Y un poco de tiempo. Y quizás leer la versión no censurada de la mejor novela catalana del siglo XX, con palabras de Juan Goytisolo, a quien -entre otros- Sales dedica el libro.

Sólo lo apunto. Una: la dialéctica estilística, de puntos de vista, del hilo narrativo, de la tensión, es una de las trenzas mejor trazadas que he leído nunca. Dos: La evolución cambiante de los personajes y su lectura necesariamente poliédrica (también en su valoración moral) lo convierte en una novela genuina (según la definición de Kundera en El arte de la novela). Tres: esto último lo remata con las excelentes apostillas digamos filosóficas, inscritas en los momentos biográficos oportunos que genera un hecho tan brutal como una guerra. Cuarto: el relato de Incierta gloria podría ser una excelente excusa para un relato común de nuestra guerra. Cinco: Alguien debería hacer un mapa (y una ruta literaria-turística) por los pueblos reales (con sus eventos reales) que la novela toma como telón de fondo, en las comarcas del sur de Teruel (y también Barcelona) .

Seis: Ahora parece anacrónico todo lo que se refiere a la religión en esta obra ... Pero hay dos datos que me parecen potentísimos: uno, la de la persecución iconoclasta y antirreligiosa (tan presente hoy en día: pensé en los monjes argelinos de Los dioses y los días). Dos: que toda conversión es individual, que pasa por un proceso propio de reelaboración.

Y paro, que es verano (el clima también es importante en esta obra).
Grupos

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.