En casa de Cornelio

El relato que explica la presencia y predicación de Pedro en casa del centurión Cornelio y la irrupción sorprendente del Espíritu Santo sobre quienes escuchaban a Pedro lo leemos hoy en la primera lectura de este domingo. El pasaje es largo y la lectura litúrgica propone una selección ( Hch 10, 25-26.34-35.40-48).

El pasaje muestra que el mensaje de Jesús es una oferta de salvación universal no restringida solo a los judíos y que, en consecuencia, el don del Espíritu es otorgado también a los paganos representados por la casa de Cornelio.

Tres protagonistas intervienen en los hechos que describe Lucas: Pedro, el centurión Cornelio y el Espíritu Santo.

La estancia de Pedro es un paso decisivo para aceptar que la salvación se dirige también a los paganos. No obstante las palabras de Jesús de ser testigos hasta el extremo de la tierra (Hch 1,8), es decir, la tierra de los paganos, Pedro se empecina en restablecer el Israel histórico rehaciendo, con la elección de Matías, el número de doce apóstoles equivaliendo a las doce tribus de Israel (Hch 1,15-26) porque en el fondo cree que Israel es el destinatario del mensaje de Jesús.

La estancia en casa de Cornelio ha tenido su preparación. Cuando se encuentra en casa de Simón el peletero, la casa de un impuro, Pedro tiene una visión que le muestra todo tipo de animales impuros bajando del cielo en una vela. La voz de Jesús le dice que coma y que no tenga por impuro lo que Dios ha hecho puro (Hch 10,6-16) Es una clara invitación a superar tabúes sobre la pureza ritual y lo prepara para entrar en casa de un impuro y para ver como el Espíritu Santo baja sobre judíos y paganos. En el momento en que el discurso de Pedro tendría que exponer el mensaje liberador de Jesús para toda la humanidad, Pedro pone sobre la mesa el mandato de Jesús de predicar al pueblo ( se entiende el pueblo de Israel) excluyendo así la predicación a los paganos. En todo caso los paganos que se avinieran a formar parte del pueblo de Israel obtendrían la salvación; una limitación que el Espíritu desmonta irrumpiendo e interceptando el discurso de Pedro.

La persona de Cornelio y la ciudad de Cesarea no han sido escogidos al azar. Cesarea, lo dice el mismo nombre, es la ciudad del Cèsar, residencia de las autoridades paganas en contraposición a Jerusalén residencia de las autoridades religiosas. Cornelio es un centurión romano de quien se nos da el nombre de la cohorte que manda, Itálica. Cesarea, Cornelio, Itálica nombres latinos introducidos por enfatizar el paganismo.

La posición social de Cornelio es la de una persona acomodada, quizás Lucas haya querido contrarrestar ciertas corrientes que tildaban el cristianismo como una cosa de pobres y de baja condición social (Tac Ann 15,44).

Lluc escribe a Teófilo y le hace ver que las autoridades religiosas no han reconocido a Jesús y sí lo han hecho las autoridades paganas representadas por Cornelio.

El Espíritu se hace presente y se da sorprendentemente a todos los presentes. El Espíritu se da a quién quiere, cuando quiere y donde quiere. El Espíritu se ha hecho presente en Jerusalén ciudad religiosa del judaísmo; ahora lo hace a Cesarea la poderosa ciudad romana empapada de paganismo. Es un díptico muy propio del estilo narrativo de Lucas.

El Espíritu se da imponiéndose sobre el discurso doctrinal de Pedro. El Espíritu no se deja encarcelar por determinadas doctrinas, ni dogmatismos.

El don del Espíritu y el bautismo cristiano siempre han ido a la par pero esto no quiere decir que el Espíritu esté supeditado y condicionado a la recepción del bautismo, iría en contra de su libertad que hemos expuesto. Lucas da noticia de unos samaritanos que han recibido el bautismo sin haber recibido el Espíritu Santo (Hch 8,16). En casa de Cornelio el Espíritu se da a quienes no han recibido el bautismo. Con la venida del Espíritu en casa de Cornelio ha acontecido sin lugar a dudas otro Pentecostés.

Domingo 6.º de Pascua. 5 de Mayo de 2024