Aquest és un article que publicava el suplement Babelia del diari El País, aquest dissabte passat. En ell l'autor defensa un nou relativisme al món de la raó, que té la temptació de "sacralitzar" allò públic amb la mateixa rapidesa que s'ha "dessacralitzat" el religiós. Hi diu:
Por supuesto, el poder ha utilizado explícitamente la coartada religiosa para el sometimiento político, pero incluso ahora, en una época secularizada, bien establecida la separación entre los ámbitos civiles y religioso, cunde la sacralización de lo público. Yo, que me considero un hombre religioso, estoy totalmente a salvo de esa supuesta “nostalgia de lo absoluto” que los críticos del relativismo imaginan en la naturaleza humana; es más, estimo que nada hay más nefasto para la convivencia que ese absolutismo que diviniza y, por tanto, expulsa de la discusión determinadas verdades que advienen desde ese momento intangibles.
Més endavant, rebla:
Solo si concedemos a las ideas un peso relativo nos está permitido discutir sobre ellas, juzgarlas, revisarlas y, en su caso, rechazarlas, de manera que el relativismo es la condición de posibilidad de una conciencia crítica, prerrequisito a su vez de la deseable emancipación ciudadana.
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/07/04/actualidad/1341401338_148596.html