Pasar al contenido principal
Catalunya Religió
ucraina-santa-monica-00
Galeria d'imatges

Aina Argueta –CR La guerra de Ucrania sigue pese a que parezca que ya se ha explicado todo. Se dice que existe un cansancio mediático respecto al conflicto bélico de Rusia y Ucrania. Sin embargo, los corredores humanitarios no han parado de trabajar por los refugiados que llegaban y al mismo tiempo para hacer llegar al país productos básicos que escasean. Es el caso de la parroquia de Santa Mónica de Barcelona que coordina la ayuda humanitaria desde el estallido de la guerra en febrero de 2022 .

El párroco del templo es Yurii Stasiuk, un sacerdote ucraniano que viajó poco después del estallido del conflicto bélico en el frente de guerra. "Trabajaba como sanitario en los campos de batalla, la guerra es monstruosa", explica. Y es exactamente allí, en el frente, donde dirigen su principal esfuerzo: “Llevamos medicina en la primera línea para ayudar al ejército”. Las farmacias locales les dan medicinas que se encargan de hacer llegar a puntos calientes del conflicto y a los hospitales de campaña.

"SE APRENDE A VIVIR CON LA GUERRA PERO NO ES FÁCIL NI SE VIVE TRANQUILO"

La población civil intenta salir y vivir, pero la guerra no frena. La semana pasada se produjo un bombardeo en Dnipró y un accidente aéreo en Brovary. “Yo diría que se aprende a vivir con esto, pero no es fácil ni se vive tranquilo”, subraya Stasiuk después de casi un año de conflicto armado. Para el párroco, los humanos siempre pueden “aprender a vivir en circunstancias catastróficas, sea la guerra u otras”.

Pero no sólo envían provisiones a estos lugares, orfanatos y hospitales civiles también necesitan recursos. La mayoría de los envíos son donaciones, pero han notado un bajón. "La guerra en Ucrania al principio fue una noticia y ahora es la normalidad". Stasiuk informa que, a veces, compran en otros países los productos porque es más barato y realizan el envío. "Trabajamos como podemos", explica.

La primera semana de la ofensiva rusa la parroquia de Santa Mónica se convirtió en el mayor punto de recogida de suministros de toda Barcelona. Abrían durante todo el día para recoger cualquier material que llegara, actualmente existen tres franjas horarias en la semana en la que se pueden llevar las donaciones. "Ahora estamos más organizados", anuncia el párroco. Hay otras entidades que se encargan de la recogida de recursos para refugiados, así como dar asesoramiento a las personas que huyen de la guerra, aunque entre ellas están en contacto. "No podemos hacer todo, nos comunicamos con el arzobispado de Barcelona, ​​Cáritas y otras organizaciones para complementarnos", añade.

La peculiaridad de Santa Mónica

Santa Mónica es un templo católico que celebra las misas siguiendo los rituales bizantinos. A la hora de presenciar una ceremonia de este cariz puede parecer una ortodoxa. Pero la diferencia es que parroquias como la de Santa Mónica sí están en unión con Roma. Aunque el contexto religioso de Ucrania sea mucho más diverso, "todas las iglesias, sean ortodoxas, evangélicas o católicas, dicen no a la guerra".

Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 se ha considerado que en Ucrania existía un conflicto bélico de baja intensidad. "Nosotros organizamos plegarias por la paz desde ese momento", reivindica Stasiuk, "la guerra no comenzó el 24 de febrero de 2022". Sin embargo, el estallido de violencia en febrero del año pasado ha reforzado la importancia de estas celebraciones y se han añadido oraciones por la paz.

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.