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Desde el jueves y hasta este domingo tiene lugar en el salón de actos del Colegio de Arquitectos el XXXVII Curso de AADIPA (ver noticia) "Patrimonio Sacro. Permanente Innovación ". La verdad es que está siendo un lujo poder participar y escuchar a los ponentes, entre los que he tenido la suerte de colaborado poniendo una nota más "teológica" (por no decir claramente "pastoral") con la ponencia "Arquitectura religiosa contemporánea y Nueva Evangelización ". Espero poder hablaros de tantas cosas interesantes que se están presentando por aquí pero, de momento, tiene (abajo) la presentación y el documento (aquí) de mi ponencia para quien le interese.

¡Ahora entiendo a Rafael Moneo!
Dejadme aún hablar de un descubrimiento: Rafael Moneo, hablando de la Iglesia de Iesu, afirmó (hasta tres veces) que él orientaba el templo parroquial en el este ... (atención) "para que la tradición cristiana es que las iglesias miren en Roma, así como las sinagogas orientan a Jerusalén y las mezquitas a la Meca ". Es posible que Rafael Moneo no sepa que las iglesias se orientan al este para que se identifica la luz de la mañana con la esperanza escatológica cristiana (es decir, la venida de Cristo)? Pues sí (Ay si lo supiera en Plazaola !, qué desilusión!). Ahora entiendo porque, aunque orientar el presbiterio de la iglesia de Iesu hacia el este, no hay ninguna apertura hacia el sol naciente. A Moneo le interesa más la composición urbanística o hacer referencia al muro inmaculado del presbiterio de la Iglesia de Corpus de Rudolf Schwarz que la teología de la luz (aunque compensa este "lapsus" con el magnífico lucernario cruciforme cenital).
De la charla de Moneo también me llevé otra cosa: el supermercado edificado bajo el complejo parroquial de Iesu no se pone bajo la superficie del templo, ergo, confirma lo que ya intuí cuando visité el edificio hace dos años y pico: que cumple la normativa del Código de Derecho Canónico que se dice que no puede haber usos profanos bajo un templo. Esta relación entre mercado y espacio sacro daría aún mucho más de sí. Resulta curioso que un arquitecto tan cercano formalmente al misticismo del Maestro Eckhart (lea su escrito sobre "El templo vacío") haya accedido a la creación del supermercado pero, por otra parte, el arquitecto toca muy de pies en el suelo y admite, como la mayoría de gente que se dedica a la gestión del patrimonio sacro, que hay que encontrar vías de financiación para la nueva arquitectura religiosa.
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